HERMOSILLO, Sonora.-El terreno rocoso que se existe en la zona Norponiente de la ciudad ha ocasionado que el área no sea propicia para jornadas de reforestación, manteniendo al sitio como el punto más contaminado y menos arbolado de Hermosillo.
Francisco Gil Barraza, director del Instituto Municipal de Ecología (IME) señaló que las colonias que se encuentran en esa área son Pueblitos, Villa Verde, Privadas del Rey, Paseos del Pedregal, entre otras.
El Norponiente es la zona en donde más urge solo que hemos detectado que es una zona muy pedregosa, muchas piedras, entonces hemos hablando con viveros para conocer alguna estrategia”, comentó.
Dentro de esta área, reconoció el funcionario que se cuentan con los mayores niveles de contaminación y es conocido que existe un menor número de árboles comparado al resto de la ciudad.
Según la norma oficial indica que el límite permitido es de 40 microgramos por metro cúbico de partículas PM10, sin embargo es la zona de la ciudad que está más cercana al límite y en ocasiones es rebasado.
Agregó que aunque se desconoce el número de árboles necesarios para la ciudad se trabaja en un censo para saber la cantidad de plantas existentes y, con estos datos, poder trabajar en la reforestación de espacios.
SÍ SE PUEDE
Sergio Müller, integrante del colectivo ambientalista Caminantes del Desierto enfatizó que sí es posible realizar jornadas de reforestación pero son más laboriosas por el tipo de suelo en el lugar.
“Debemos plantar nativos porque su raíz es profunda y su raíz se va hasta abajo y la a la hora de plantar usamos la técnica de suelo profundo porque el terreno está muy duro”, explicó.
Un día antes de plantar el árbol se hace un hoyo de 50 centímetros, luego se colocan 20 litros de agua. Antes de plantar se agregan otros 20 litros de agua, se deja filtrar y se planta el árbol.
Una vez plantado el árbol, el cual deberá quedar unos 10 centímetros por debajo del nivel del suelo es necesario colocar otros 20 litros de agua.
“Esto va a permitir que el suelo se vaya ablandando, facilitando que las raíces penetren más fácil y que sea conservada más fácil la humedad”, apuntó, “es necesario ablandar el suelo y poder escarbar. Es muy rocoso, muy compactado el suelo y no hay agua”.
Aunque es un mayor trabajo, el activista manifestó que es posible con ciudadanos unidos, colectivos y autoridades para reforestar esta área tan necesitada de flora.
PLANTAS ENDÉMICAS
Aunque ciudadanos han realizado varias actividades para reforestar las áreas públicas de sus comunidades, el uso de plantas de la región no es contemplado y esto genera más gasto de agua y cuidados en las plantas que no son aptas para el desierto.
Carmen Isela Ortega Rosas, investigadora y docente de la Universidad Estatal de Sonora (UES) manifestó que es necesario cuidar la vegetación con la que cuenta la ciudad y plantar árboles nativos con follaje amplio que capturen partículas
“Nos ayudarán a dos cosas: Una de ellas, a mejorar nuestro clima urbano y la otra es nos ayuda también a cuidar agua porque son especies adaptadas a las condiciones climáticas de la ciudad”, dijo.
Palo verde, palo fierro, mezquite, guayacán, entreotros árboles, resaltó que son los más aptos para ser plantados en las calles de la ciudad.
“Tenemos un problema de abasto de agua para riego, entonces estas especies no van a requerir un riego constante, además se establecen bien y se adaptan al clima”, dijo.
Es necesario concientizar a los ciudadanos que el uso de plantas endémicas no sólo beneficia al ambiente, indicó, sino al ahorro de recursos, en especial a una ciudad que enfrenta problemas de abastecimiento de agua, en específico al Norte.