Lo que son las cosas, ahora la nueva involucrada en el financiamiento de las campañas políticas del PRI, es la ex gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich, a quien se le acusa de haber desviado poco más de 140 millones de pesos a una red de empresas fantasma.
El asunto, es que el recurso se rastreó hasta varios estados, incluyendo Chihuahua. Ahora se sabe que a través de algunos “amigos” de Enrique Peña Nieto, la ex gobernadora de Sonora autorizó pagos a empresas inexistentes, con el fin de hacer llegar fondos para financiar el proyecto electoral de 2018.
De hecho, las transacciones fraudulentas se rastrearon desde 2016, cuando el gobierno de Sonora autorizó pagos a seis empresas que fueron identificadas por el SAT, como simuladores de operación o empresas fantasmas.
Los depósitos hasta el momento identificados son: Despacho de Profesionales Futura, al cual se le depositaron 27 millones 461 mil pesos; a la empresa Servicios y Asesorías SINNAX, le transfirieron 23 millones 434 mil pesos; a Servicios y Asesorías SISAS, le otorgaron 16 millones 100 mil pesos; a Comercializadora Fing, se le asignaron 28 millones 901 mil pesos; a Despachos de Profesionales Faga, se le hizo un depósito de 28 millones 438 mil pesos; y a la empresa Constructora y Abastecedora Cofex, le asignaron 15 millones 685 mil pesos.
El recurso está rastreado a las dirigencias priístas de Chihuahua, Durango y Sonora, pero no sólo son fondos de Sonora, sino que provienen de otros estados que en breve serán denunciados, pero que suman poco más de 650 millones de pesos.
Estos son datos que recién salieron a la luz, pero que forman parte de las carpetas de investigación que se pudieron acreditar luego de las investigaciones hechas por la Fiscalía de Chihuahua, mientras perseguían a César Duarte Jáquez, en el quinquenio de Javier Corral.