Tiznado Noticias Blog Estatal Se unió a colectivo para buscar su hijo porque no tuvo apoyo de autoridades
Estatal

Se unió a colectivo para buscar su hijo porque no tuvo apoyo de autoridades

Por Grissel Ceniceros
Cinco meses después de su desaparición, Enedina González pudo dar con el paradero de su hijo. Enterrado en un domicilio particular en la colonia San Bosco fue cómo encontró Víctor Hugo, de 34 años, el pasado lunes por la noche.
La madre integrante del Colectivo Buscadoras por La Paz dijo que no tuvo el apoyo de las autoridades para buscar a su hijo, por lo que decidió unirse a la agrupación, con quien el pasado lunes por la noche intervino en la jornada de excavación.
Contó que a su hijo tenía problemas de adicción a las drogas y que en más de dos ocasiones intentó rehabilitarlo en centros de internamiento, sin embargo, volvía a recaer.
Ese 1 de abril que desapareció se dirigía al domicilio de dicha colonia a comprar droga, por lo que Enedina supone que fue en ese lugar y momento donde le quitaron la vida, para después enterrarlo en uno de los pasillos externos a la casa.
“Él ya no volvió a salir de ahí, porque ya no se volvió a encontrar, su hermano fue y lo buscó y ya no se volvió a ver de ahí, mi hijo fue y preguntó a ese domicilio pero dice que no salió nadie y que no le abrieron la puerta”.
En más de una ocasión solicitó orden de cateo en dicho domicilio, sin embargo, no fue aprobado por las autoridades. El pasado martes la Fiscalía realizó el levantamiento de los restos óseos para proceses con las pruebas de identificación.
Enedina recuerda a su hijo como una persona noble y cariñosa pese a su problema con las drogas. En vida deja a una hija de 13 años.
“Era una persona tan cariñosa aún estando en las drogas, él me decía: ¿Quién la quiere a ella? ¿Quién la va a cuidar de viejita? Y yo lo abrazaba y él me abrazaba y él me decía: Má’ aunque tú no lo creas yo siempre voy a ver por ti, yo soy el que te voy a cuidar”.
Aunque continúan las pruebas de ADN, Enedina pudo identificar a su hijo por las prendas que había en los restos óseos.
Fuente: El mal pensado
Salir de la versión móvil