3 diciembre, 2024
Nacional

Salinas de Gortari fue el “broker” del sexenio peñista para hacer negocios; Lozoya podría entregarlo en bandeja de plata

(23 de julio, 2020. Revolución TRESPUNTOCERO).- El expresidente Carlos Salinas de Gortari podría estar en la mira del gobierno de la 4ª Transformación (4T), según se ha especulado con respecto a las declaraciones de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), quien fue extraditado desde España en los pasados días.
“Hay uno de ellos que yo le llamó el padre de la desigualdad moderna, que fue presidente y estudió en Harvard, ahí les dejo de tarea que investiguen quién fue”, comentó el presidente Andrés Manuel López Obrador a los medios recientemente.
De igual forma, el mandatario planteó una analogía de la corrupción en los gobiernos del periodo neoliberal con la novela “El Padrino” de Mario Puzo, la cual, a decir del columnista Salvador García Soto, en realidad fue un “mensaje cifrado y con destinatario preciso”.
Acorde con el periodista, Salinas de Gortari es, en efecto, padrino de bautizo de Juan Jesús Javier Lozoya Austin, hermano de Emilio Lozoya Austin. Cabe recordar que, además de ser compadre de “El Innombrable” y su amigo desde la Facultad de Economía, Emilio Lozoya Thalmann fue director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y después secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal de México, durante la administración salinista.
De esta manera, más que Peña Nieto, el verdadero objetivo de la 4T podría ser Salinas de Gortari, quien presuntamente se acercó a Lozoya, hijo de su compadre, para recomendar inversionistas y ofrecerle negocios vinculados a la apertura que dio la Reforma Energética peñista a empresas privadas en el sector petrolero del país.
El empresario Alonso Ancira es la pieza clave que podría conectar al exmandatario con los actos de corrupción que se llevaron a cabo en Pemex. Ancira se encuentra con libertad bajo fianza en España, luego de ser acusado junto a Lozoya por la venta fraudulenta de la planta de Agronitrogenados, que Pemex le compró con un sobreprecio de por lo menos 500 millones de dólares.
“En sus declaraciones y testimonios que ya empezó a rendir ante la Fiscalía General de la República (FGR), Emilio Lozoya dará información detallada de esa operación con la que prácticamente entregaría a Ancira con nuevos elementos para que el gobierno mexicano pueda reforzar el juicio de extradición que actualmente se lleva a cabo en España en contra de quien fuera dueño de Altos Hornos de México”, plantea García Soto.
Otro de los casos por los que Ancira tendría que responder ante la justicia mexicana es la deuda de mil 500 millones de pesos por falta de pago del servicio de agua de sus empresas, así como adeudos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Además, el empresario enfrenta denuncias del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana por un adeudo de 372 millones 636 mil pesos que la empresa Altos Hornos de México ha retenido a los trabajadores por concepto de cuotas sindicales, pero que no los entregó a la organización. 
No hay que olvidar, por otra parte, que dicha empresa fue privatizada por Salinas de Gortari en 1991, para que Ancira pudiera adquirirla desde entonces, a través de Grupo Acerero del Norte (GAN).
“Salinas fue una especie de broker en el sexenio de Peña Nieto; aprovechando la influencia que ejercía sobre Peña, el expresidente recomendaba a empresarios y sugería en Los Pinos distintas formas de hacer negocios, varios de los cuales se vinculaban directamente con Pemex y la implementación de la Reforma Energética que privatizó la industria energética nacional”, es otra de las aseveraciones de García Soto.