Ayer, Patricia Guerrero, hija y nieta de inmigrantes mexicanos, fue confirmada como la primera latina en formar parte de la Corte Suprema de California.
Con esto, ocupa la vacante del juez asociado Mariano-Florentino Cuéllar. De acuerdo con la Comisión Estatal de Abogados para la Evaluación de Nominados Judiciales, está “excepcionalmente calificada”.
“La jueza Guerrero es fenomenal en muchos niveles”, aseveró Stella Ngai, presidenta de la comisión.
La aprobación de la magistrada tuvo tres votos a favor y ninguno en contra. Al respecto comentó: “Ésta es una historia del sueño americano, la creencia de que con trabajo duro, perseverancia y oportunidades, todo es posible. Y por eso estoy agradecida”.
Su formación
Guerrero es nieta de un migrante del estado de Sonora. A través de becas y trabajos de medio tiempo financió sus estudios.
Se graduó de la Universidad de California, Berkeley y de la Facultad de Derecho de Stanford.
Trabajó como fiscal, fue socia de una firma de abogados, jueza de la Corte Superior y miembro del Tribunal de Apelación del Cuarto Distrito del Estado.