La iniciativa de reforma eléctrica del gobierno de Andrés Manuel López Obrador incluye la promesa de construir un parque de generación con energía solar -también conocida como fotovoltaica- en el municipio de Puerto Peñasco, en Sonora.
Durante semanas, en medio del debate energético, se careció de detalles sobre el proyecto, hasta que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entregó a la Semarnat información sobre su impacto, costo y previsión de funcionamiento.
Ya con esos datos, especialistas consultados señalan dudas y preocupaciones sobre esa obra, como por qué construir una planta de energía solar en un estado donde ya hay saturación de producción, y cómo es que se conectará el Sistema Interconectado Nacional y al sistema eléctrico de Baja California.
Los especialistas también señalan que el estudio técnico contempla un escenario muy positivo, pues por los antecedentes de otras plantas de energía solar es casi imposible que se tenga una capacidad casi del 100% para producir y almacenar la energía.
Además, señalan que las ganancias presupuestadas sobre almacenamiento de energía no coinciden con las estimaciones y tabulados del mercado energético, lo que podría ocasionar que no se logre pagar el monto de inversión para su construcción.
Con ese contexto, en El Sabueso te presentamos los puntos clave que se conocen de este proyecto, con el que el gobierno de López Obrador quiere aumentar la producción de electricidad con fuentes renovables o limpias.
¿Cuál es la propuesta?
De acuerdo con el documento técnico que entregó la CFE a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la planta de energía solar se construirá en 837 hectáreas de un predio que pertenece a la CFE.
Estará ubicada a 27 kilómetros de la cabecera del municipio de Puerto Peñasco, a un costado del camino de acceso del Aeropuerto Internacional Mar de Cortés, y entre el ejido estero La Pinta y el complejo hotelero del Mayan Palace del Grupo Vidanta.
Para su construcción se estima invertir mil 658 millones de dólares, que con el cambio de moneda supera los 33 mil millones de pesos. En el documento se detalla que 75% de la inversión será con un crédito de la agencia de crédito del a exportación sueca, EKN, por un periodo de 14 años, y el resto “será financiado mediante bancas de desarrollo con tasas de interés inferiores a las del mercado”.
Sus propietarios serán la CFE en 54% y el gobierno de Sonora en un 46%.
En su estudio técnico se detalla que, en una primera etapa, se construirá una subestación eléctrica que produzca 120 megawatts (MW) de energía instantánea en corriente alterna, un tipo de energía que comúnmente se genera en estas plantas. Luego se espera llegar a 300 MW, y a la postre hasta a 1000 MW.
En el Plan de Negocios actualizado de CFE, se refiere que la Fase 1 del proyecto de Puerto Peñasco estaría lista en 2022, la segunda en 2024, la tercera en 2026 y la cuarta en 2028.
Este proyecto es el único en su tipo propuesto por la CFE, y sería el gran salto en comparación con la energía fotovoltaica que producía anteriormente.
Según datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), en cuanto a energía de plantas solares, en 2020 la Comisión sólo producía solo 6 MW, mientras que las empresas privadas producían 7000 MW.
Alfonso Durazo, gobernador de Sonora y quien lidera los anuncios de la obra, dijo durante una rueda de prensa que esta planta beneficiará a 4 millones de personas.
Durazo aseguró que este beneficio será para los sonorenses, pero también para los bajacalifornianos, pues la planta se conectará al estado de Baja California, uno de los dos estados que actualmente no forma parte del Sistema Interconectado Nacional (SIN) y en su lugar se conecta la red oeste de los Estados Unidos para abastecer a Ensenada, Tijuana, Tecate, Mexicali, en Baja California, y San Luis Río Colorado en Sonora.
Agregó que las ganancias del estado de Sonora por la planta energética serán destinadas a las familias sonorenses de menores ingresos, aunque no dio más detalles.
Un proyecto que recién se integró a la estrategia energética
El gobierno de México insiste en que la planta de energía solar en Puerto Peñasco, Sonora, es una de las grandes obras en cuestión de materia energética en el país, ante las críticas de que la reforma eléctrica que propone aumentaría la producción de electricidad con energía sucia.
“(Su creación) busca satisfacer la demanda de energía eléctrica en el noroeste del país, en donde existe una gran dependencia de los combustibles fósiles para la generación de energía eléctrica, así como de la importación de energía desde los Estados Unidos”, explica el documento técnico.
Sin embargo, se trata de un proyecto que no estaba contemplado al inicio de la administración federal.
Se integró en 2021 al Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional del Centro Nacional de Control (Cenace) y en 2022 al Plan de Negocios. El proyecto emanó durante la candidatura a gobernador de Alfonso Durazo en julio de 2021 y fue confirmado por la CFE en diciembre de 2021.
Los otros proyectos que impulsa la CFE son la repotenciación de 14 hidroeléctricas y la construcción de 6 plantas termoeléctricas de ciclo combinado -una mezcla de turbinas de gas natural y de vapor-.
Una planta donde hay exceso de generación de electricidad
Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, ha insistido en su discurso frente a medios que la planta minimizará la congestión de la red eléctrica, pero especialistas consultados por Animal Político mostraron su preocupación de que la planta sea construida en Sonora, un lugar donde no hay necesidad de tener más producción de energía.
“Esa planta va a estar situada en una región donde hay exceso de generación. Es decir, ahí no hace falta, lo cual evidencia que los criterios de planeación de CFE son políticos”, dice Rosanety Barrios, experta en el sector energético.
La propia Comisión Reguladora de Energía califica la zona como de alta saturación de energía. De acuerdo a la Comisión de Energía del Estado de Sonora ya existen 9 plantas de energía fotovoltaica en el estado, y por lo menos otras 20 de distintos tipos de energía.
“Yo creo que hay otras zonas donde hay una necesidad mayor, donde se pudo llevar a cabo, considerando la alta saturación”, comenta Eleazar Castro, experto energético.
Una de las preguntas que señalan los especialistas es si las líneas de transmisión van a soportar la totalidad de producción.
De estar saturada la red de transmisión, agrega Castro, la Comisión Nacional de Control de Energía (Cenace) pediría “a las empresas que no produzcan a su mayor capacidad”.
Los especialistas señalan que después de ser construída la planta, el reto será que esa energía producida en exceso se pueda almacenar y sea llevada a otros sitios para ser utilizada, pero el plan no termina de detallar cómo funcionará.
En su documento técnico, la CFE habla de conectar la planta fotovoltaica al Sistema Interconectado Nacional (SIN), -del que son parte 30 de las entidades del país-, y al mismo tiempo conectarlo al sistema de Baja California, todo a través de cables de tensión, de manera que la conexión asimilará a una ‘y griega’.
Las figuras que encabezan el proyecto insisten en esta funcionalidad, pero no dan más detalles del tema. Por ejemplo, Guillermo Arismendi, director corporativo de Planeación Estratégica de la CFE, insistió ante medios que generará una interconexión con Baja California.
Ramsés Pech, especialista en el tema energético, explica que aunque no se detalla cómo se hará la conexión, se tienen varias opciones: construir una planta de almacenamiento para que la red pueda cargar la electricidad generada, un ejercicio similar al que ocurre en Estados Unidos; crear una subestación o instalar cables para hacer líneas de transmisión que pueden ir vía submarina en el Mar de Cortés, o vía terrestre desde Puerto Peñasco hasta Baja California.
Para el experto en energía, Eleazar Castro, lo ideal sería invertir en una conexión directa entre el Sistema Interconectado Nacional (SIN) y el sistema eléctrico de Baja California, previo a hacer otra planta solar en Sonora.
“Antes de pensar en meter una planta solar tan grande ahí, debemos pensar una inversión de transmisión que junte los dos sistemas, el SIN y el de Baja California. Tendría un mayor beneficio para Baja California que lo que quieren poner.
Porque (con su idea de proyecto) lo que vas a mandar de energía a Baja California será durante las horas de producción solar. Y si (en lugar) lo conectas al SIN ya podrías mandar del SIN a Baja California energía en la noche. Tendría mucho uso.
No creo que sea el mejor proyecto. Estoy seguro que la distancia entre donde van a poner (la planta) en Puerto Peñasco y donde van a conectar el sistema de Baja California son bastantes kilómetros, son entre 200 a 400 kilómetros, una cantidad inmensa”, comenta Castro.
El especialista energético, Ramsés Pech, también coincide en esta observación y agrega que desde hace más de 20 años se ha buscado inversión para generar la conexión entre el sistema de Baja California y el SIN.
Otra de las cuestiones que preocupa a los especialistas, es que la autoridad no ha dado a conocer si existen estudios de factibilidad de cómo la planta se conectaría a la red de energía.
Preocupa el porcentaje de ganancias presupuestadas
Durazo también ha insistido en su discurso que la planta va a permitir “disminuir los costos de operación de la CFE”, pero especialistas alertan que el documento técnico es demasiado positivo sobre los ingresos.
En el sector energético, quienes producen energía reciben ingresos a través de dos cosas: la venta de electricidad y la venta de potencia. Lo primero es la producción de energía y lo segundo es cuando se produjo esta energía, pero no se utilizó y se guardó para ser entregada en horas críticas, cuando hay una alta demanda de energía, que normalmente ocurre al anochecer.
El especialista Eleazar Castro advierte que la CFE está asumiendo que almacenar energía tendrá precio alto de pago para lo que suele valer la potencia en el mercado energético.
“Ellos estiman que van a estar ingresando 4.5 millones por (cada megawatts de) potencia y nunca ha llegado en Baja California, ni en el Sistema Interconectado Nacional a un precio tan alto”, apunta Castro.
Según el informe ejecutivo de 2021 de la Comisión Nacional de Control de Energía, por cada megawatt acreditado de potencia en el Sistema Interconectado Nacional (SIN) su valor fue de cero pesos, en el sistema de Baja California fue de poco más de 3.6 millones de pesos y en el sistema de Baja California Sur el costo fue de cerca de 8.3 millones de pesos.
Y el plan es conectar la potencia generada por la planta al SIN y al sistema de Baja California, los sistemas que menos ingresos generan.
“Están asumiendo que el precio de la potencia será más caro en un par de años, que tendrá un precio ascendiente, pero no necesariamente va a suceder eso”, enfatiza Castro.
Las plantas solares no tienen niveles significativos de potencia
El documento técnico especifica que la planta tendrá como objetivo producir 1000 MW, pero los especialistas reiteran que ninguna planta fotovoltaica puede producir el 100% de su capacidad, ni tampoco almacenarlo (algo que se conoce como potencia).
“Las energías solares solo levantan entre el 20% y 40% de la capacidad. No hay 100%, nunca. Si se le pusiera una batería pudiera llegar al 50 o 60%, pero nunca van a llegar al 100, eso todavía no se ha logrado”, comenta Pech.
“A mí lo que más me preocupa es que estiman que van a acreditar prácticamente el 100% de la planta como si fuera potencia, lo cual es un escenario muy optimista, porque normalmente las solares y las eólicas casi no acreditan potencia”, concluye Castro.
Esto significa que al no producir la cantidad que se estima en el estudio técnico, los ingresos también serán menores.