CIUDAD OBREGÓN, SONORA.- El Ayuntamiento de Cajeme se convirtió en el objetivo de un ciberataque masivo, pero la respuesta de las autoridades fue contundente: no cederán ante la extorsión de los ciberdelincuentes. Un grupo de hackers tomó el control de los servidores municipales y exigió un rescate de 150 mil dólares para liberar los sistemas, pero el gobierno de Cajeme rechazó de inmediato la petición.
El alcalde Javier Lamarque Cano aseguró en una conferencia de prensa que, gracias a los protocolos de seguridad, la información de la ciudadanía siempre estuvo a salvo, pues se contaba con respaldos externos que evitaron cualquier pérdida de datos. Este ataque, lejos de paralizar al municipio, demostró la capacidad de respuesta de sus equipos.
Para dar con los responsables, el Ayuntamiento presentó denuncias formales ante la Policía Cibernética y la Fiscalía General de la República (FGR). Además, la Guardia Nacional se sumó a las investigaciones para rastrear el origen del hackeo, que las autoridades presumen fue un ataque externo y no un sabotaje interno.
Mientras se trabajaba en la restauración completa de los servicios, el gobierno municipal operó con servidores provisionales, garantizando que las actividades no se detuvieran. En menos de una semana, los sistemas fueron restablecidos en su totalidad, destacando que la Tesorería recuperó su operatividad rápidamente.
El alcalde Lamarque Cano resaltó el trabajo del equipo de informática, cuya labor fue clave para minimizar las afectaciones y, sobre todo, para enviar un mensaje claro a los criminales: en Cajeme, no se negocia con la extorsión.