La empresa que explota la mina de oro San Francisco, en Sonora, inició un proceso de concurso mercantil por insolvencia, para buscar protección judicial mientras negocia con acreedores.
Saúl Martínez Lira, Juez Segundo de Distrito de Concursos Mercantiles, admitió el 3 de marzo la demanda de Molimentales del Noroeste, filial de la firma canadiense Magna Gold, que explota 21 concesiones mineras con 47 mil hectáreas en la zona central de Sonora.
A partir de 2010, esta mina a cielo abierto a 150 kilómetros al norte de Hermosillo, produjo 820 mil onzas de oro, y la empresa proyectaba una producción de 67 mil onzas anuales hasta 2028.
El concurso fue admitido en etapa de conciliación con acreedores, el juez dictó medidas cautelares para proteger a la empresa contra acciones de acreedores, y ordenó designar a un visitador para que revise la situación financiera de Molimentales, previo a determinar si se le declara en insolvencia y se abre el periodo de un año para buscar un convenio de reestructura.
En paralelo al concurso en México, Magna Gold también inició un proceso en Toronto bajo la legislación de quiebras e insolvencia de Canadá, y obtuvo medidas cautelares para protección contra acreedores por treinta días.
El 16 de febrero, Molimentales fue notificada de demandas de tres acreedores mexicanos, que reclaman 6.4 millones de dólares, y la empresa también enfrenta un arbitraje por trece millones de dólares, iniciado por Peal, firma española de servicios mineros.
Según sus estados financieros, Magna Gold solo tenía 94 mil dólares en efectivo al cierre de septiembre de 2022, mientras que sus pasivos ascendían a 75 millones de dólares.
De enero a septiembre de 2022, la empresa tuvo una pérdida neta de 21 millones de dólares, por una menor producción de oro y mayores costos para venderla.
“La decisión de buscar protección judicial se tomó luego de analizar cuidadosamente los activos en efectivo de la compañía, los pagos de deuda programados, así como los ingresos y gastos previstos”, afirmó Magna Gold.
Agregó que, además de la reestructura, las opciones incluyen inyecciones de capital por parte de inversionistas o la venta de la compañía o algunos de sus activos, que también incluyen los proyectos en etapa de exploración San Judas y Mercedes, ambos en Sonora.
Magna Gold había comprado la mina San Francisco apenas en marzo de 2020 a otra firma canadiense, Alio Gold, que fue la que exploró la zona desde 2005.
La situación de Magna Gold es ilustrativa del alto riesgo de la minería de metales preciosos, que requiere cuantiosas inversiones para exploración y operación, y puede tomar años para llegar a etapas de producción, que no siempre cuadra con lo proyectado.
En febrero de 2022, tres mineros murieron por un derrumbe en San Francisco, cuando realizaban trabajos de mantenimiento.