3 diciembre, 2024
Opinión

Los mártires del río Colorado 

Cuando la Corona Española expulsó de todos sus territorios en el mundo a la comunidad de sacerdotes misioneros jesuitas, suprimiendo el Papa la Orden Religiosa de la Compañía de Jesús, las misiones jesuíticas del Noroeste de la Nueva España: San Javier del Bac (Tucson), Yuma (en Arizona) y las de Sonora y Baja California, de ellas se hizo cargo la Orden Franciscana encabezada por fray Junípero Serra (Baja California y Alta California) y las de Arizona, fray Francisco Hermenegildo Garcés.
Un domingo 17 de julio del año 1781 fueron masacrados en sus misiones los sacerdotes y frailes franciscanos Francisco Garcés, Juan Díaz, José Moreno y Juan Barreneche, ministros de las dos misiones la Purísima Concepción y San Pedro y San Pablo. (Carta de fray Francisco Antonio Barbastro, padre residente en Sonora; al padre guardián de Querétaro, fray Agustín Morfi).
Del padre franciscano Fray Hermenegildo Tomás Francisco Garcés se conserva el Diario de Exploraciones de 1775-1776. Considerado misionero mártir del río Colorado, este franciscano de Aragón, España, nos heredó su diario, editado en varias presentaciones, una de ellas de la década de 1960, en la editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por el Instituto de Investigaciones Históricas.
Del padre Garcés también se han hecho otras ediciones de su Diario de Exploraciones por el Río Colorado. Entre otras obras meritorias, la del ingeniero Óscar Sánchez, por más de 40 años trabajando en las cuestiones hidráulicas del Colorado en México, él a través del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Mexicali publicó en 2005: El Padre Garcés, Misionero Mártir del Río Colorado.
El primero en surcar el río Colorado en barco fue el navegante Hernando de Alarcón, desde el Golfo de Santa Clara hasta Yuma en el año 1540. Y el primero en cruzarlo de lado a lado fue en una corita que le prepararon los cucapah al jesuita misionero Eusebio Francisco Kino, el 21 de noviembre de 1701.
El padre Garcés hará lo propio en pleno agosto, 70 años después de Kino, según narra el propio mártir Francisco Garcés en 1771. Más tarde lo hará en sus viajes de exploración hacia la desembocadura del río Colorado en 1775 y 1776.
Transcribimos las narraciones originales del padre Garcés, hay que tener presente que ya desde 1775 había ubicado las impresionantes sierras que se divisan desde Villa Koipal-Espejo de Luna (el Doctor) y éstas son la de San Pedro Mártir, Sierra de Juárez, Cucapá El Mayor, la de San Felipe. Con nombres que él llama la de San Jerónimo, Santa Bárbara, San Pedro, Sierra Madre de California (de Juárez).
Llegué al agua que era del mar y aunque salada por haberse mezclado con la del río Colorado no tenía tanta acrimonia como la del mar adentro. Hacía grandes olas y por el nordeste se extendía como también por el sur, hasta perderse de vista; por el oriente y poniente poco más de una legua, conocía por todas estas señas que estaba en el desemboque del río Colorado pero por cerciorarme más, bajé como una legua y mandé al indio a coger agua, la que no se podía beber ya de salada. Volví atrás y paré en el mismo sitio donde la había probado la primera vez aquí, advertí al anochecer que las corrientes que por la mañana iban al nordeste giraban ya al sudoeste y se iba descubriendo ya una isla baja, oyéndose grande murmullo de aguas que corrían, por lo que me pareció que el río Colorado desembocaba en dos brazos poco distantes entre sí pero al otro día vi que era sólo uno. Toda la noche oí el gran ruido de las aguas.
Cuando el río Colorado viene crecido, se extienden estas aguas hasta la Sierra de Santa Bárbara, que es ramo de la Sierra Madre de California con rumbo al sudeste, rematando en estas playas y quedando libre un gran valle hasta la Sierra de San Jerónimo, que acaba donde hice noche el día 18, que en tiempo de las crecientes grandes del río subirá el agua por esta playa entre las sierras de Santa Bárbara y San Jerónimo hasta aquel sitio donde en la primera expedición encontraron aquella grande porción de pescado varado o en seco, de que se hace mención en su diario.
Detrás de la Sierra de Santa Bárbara vi otra mayor, que empieza en la Sierra Madre de California y va a rematar en la playa del mar, a la que llamé de la Natividad. Tras de estas dos, hay otra más grande, que saliendo también de la Sierra Madre que finaliza en la playa, en cuya punta tiene un puerto por donde me dijeron los indios se comunican las aguas, al que llaman de San Pedro. Mirando al oriente divisé una sierra alta y corta que me pareció ser la Prieta, que como dije el año de 71 cae al poniente de Sonoitac.
Por todo lo dicho me persuado, a que en tiempo que el río Colorado no viene crecido, se ha de poder pasar de aquí a las misiones de California Baja, pues a ese sitio llegaron muchos indios serranos a comer de los frutos de esta tierra, los que me preguntaban si iba a ver a los padres de California Baja, o a los de San Diego. (Fr. Francisco Garcés, Diario de Exploraciones).
El domingo 17 de julio de 1781, se tocó a misa y no habiendo en el pueblo de La Concepción más soldados que el comandante don Santiago Islas y el Cabo Baylón comenzó el Padre Garcés la misa y al pasar el misal para el Evangelio, se oyó el alarido de los indios, que cayeron en grandes escuadras y sitiaron la iglesia y las casas. Suspendida la misa, salió el comandante a tomar las armas y al salir de su casa, que estaba muy inmediata, le oprimieron los enemigos y prontamente le quitaron la vida a palos. (Padre Garcés, misionero mártir del río Colorado, Ing. Oscar Sánchez, p. 154).
(17 de julio) Mucho más ejecutivos fueron los estragos que el mismo día y hora hicieron los rebeldes en el pueblo de San Pedro y San Pablo, donde eran ministros el P. Fr. Juan Díaz y el P. Fr. Matías Moreno; mataron a los padres y al padre Moreno le cortaron la cabeza con una hacha, no se supo si estando vivo o muerto, y matando a algunos pobladores. A otros los hicieron prisioneros y obligaron a que echaran al río las imágenes y vasos sagrados, robando los ornamentos y cuanto había en el pueblo, pusieron fuego a la iglesia y casas y se llevaron a todas las mujeres cautivas. (Padre Garcés, misionero mártir del río Colorado).
Tomado de https://www.elheraldodechihuahua.com.mx/analisis/los-martires-del-rio-colorado-8639858.html