3 julio, 2024
Estatal

Liebres de Isla Tiburón, en peligro de extinción por brote de virus hemorrágico

La Enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos del tipo-2 (EHVC-2) es una epidemia que está matando a liebres y conejos en Estados Unidos y México, por lo que podría extinguir sus poblaciones, advierten especialistas
Al tiempo que la nación comcaac, como se autonombra la tribu Seri de Sonora, se enfrenta a la pandemia de covid-19 sin infraestructura médica, ni recursos, ese grupo indígena también lidia con una epidemia mortal que amenaza con extinguir a la población de una liebre endémica que habita en su territorio sagrado, y cuya desaparición alteraría el equilibrio ecológico en la Isla Tiburón, donde detectaron el brote pandémico.
Isla Tiburón, la más grande de las Islas del Golfo de California, un área natural protegida, es un sitio sagrado para los comcaac, quienes sin dejar de lado su cosmovisión desarrollaron un sofisticado sistema de monitoreo que les permitió detectar el brote de la Enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos del tipo-2 (EHVC-2), que amenaza a miles de Hees, como conocen en  su lengua a la Liebre Antílope de la Isla Tiburón (Lepus alleni ssp. Tiburonensis), una subespecie endémica, cuya extinción podría alterar la cadena trófica en la isla, famosa por sus poblaciones de borrego cimarrón, venados bura y cola blanca, además zorros y coyotes endémicos.  
 
“Sabíamos que  la enfermedad ya se había presentando en otros lugares de Estados Unidos, luego llega a México a sitios en Chihuahua y Sonora, y es cuando nos comunican que estemos atentos en nuestro territorio ante la posibilidad de mortalidades inusuales. Para el 19 de mayo, unos compañeros que  venían de hacer trabajo en la isla de monitoreo, conservación y vigilancia, reportaron la mortalidad inusual de 20 liebres en la zona norte de Tiburón. Nosotros lo comunicamos a la Conanp, y rápidamente se hizo un operativo”, relató Alberto Mellado, miembro del Grupo de Monitoreo Integral Comcaac.
En entrevista con MILENIO, aseguró que de inmediato, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) se coordinó con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), organismo de la Secretaría de Agricultura, y en días, los técnicos de las dependencias federales emprendieron con ellos un nuevo  recorrido. Mediante su monitoreo cybertracker que registra coordenadas, posteriormente encontraron otras 21 liebres muertes.
“En el transcurso de una semana, el 29 de mayo, nos confirman los laboratorios de Senasica que es el mismo virus que estaba ya en tierra firme en Sonora, en el país y en Estados Unidos, la enfermedad hemorrágica de los conejos”, dijo Mellado.
Para evitar la propagación de la enfermedad, llevaron a cabo el entierro de los cadáveres, pues el virus puede seguir transmitiéndose a través de las heces fecales de las aves carroñeras que lleguen a alimentarse con esos restos. Además, se implementaron medidas de bioseguridad que implican la desinfección de botas, material y vehículos antes de entrar y salir de la isla.  
¿Cómo llegó el virus a Isla Tiburón?
Ana Luisa Figueroa, directora de la Región Noroeste y Alto Golfo de California de la Conanp explicó que existen dos hipótesis sobre la introducción de la enfermedad pandémica a Isla Tiburón; no buscan un culpable, sino identificar cómo evitar que el virus siga propagándose.
“Una posibilidad es que a unos 60-80 kilómetros de la isla, en el municipio de Hermosillo hay registros de la enfermedad, puede ser que algún ave rapaz o carroñera la haya llevado. Otra, es que a través de un humano, un fómite, alguien que estuvo un lugar donde habían liebres infectadas”.
Dijo que se está analizando con todos los actores que utilizan la isla, desde la partida militar desplegada ahí de la Secretaría de Marina, como pescadores, turistas, clubes de caza, y con las mismas personas de la comunidad que realizan colecta de plantas medicinales.
“Ahorita lo importante no es decir quién la trajo, nunca lo vamos a saber; lo importante es identificar los posibles portadores y armar una estrategia de bioseguridad, sanitizar si se mete algún vehículo, botas, mochilas, ropa, todo”.
La experta destacó que Isla Tiburón es una perfecta muestra del desierto sonorense, que se encuentra en perfecto estado de conservación, con más de 8 mamíferos endémicos, “pero en este caso, el riesgo que nos preocupa muchísimo es la liebre que solo habita ahí”.  
 
Según estudios previos, la liebre es abundante en la isla de más de 2 mil 200 kilómetros cuadrados, que tiene dos sierras que la atraviesan,  por lo que emprendieron las acciones para que el virus no reduzca la población, pues de lo contrario, afectaría a sus depredadores.
“Al ser una especie tan abundante es clave para el ecosistema mismo, porque es herbívora, compite por las plantas con venados y con otros herbívoros, si empezara a disminuir habrá más comida para los herbívoros; pero los carnívoros,  al no haber tanta liebre, posiblemente va a empezar a impactar a las otras especies de mamíferos. Esto es más complicado porque tenemos que discutir los diferentes escenarios de lo que puede pasar al disminuir la población de las liebres”.
Si el virus llegó por un ave rapaz, o carroñera, que en otro sitio comió un conejo o liebre infectado y luego defecó ahí, otras especies endémicas de estos pequeños mamíferos que habitan en el resto de las islas del Golfo de California también estarían en riesgo, advirtió Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.
“En Isla Tiburón existe un gran riesgo que toda la población desaparezca, pero en esa misma región hay otras especies endémicas, por ejemplo, la Liebre Negra de Isla Espíritu  Santo, una especie distinta a las demás liebres de México y el mundo, es completamente negra porque vive en un sustrato donde hay muchas rocas oscuras, este animal solamente vive en esa isla que no es muy grande y en caso de que llegue esta enfermedad, seguramente podría extinguir a toda la población”, advirtió.   
 
?Registran 101 casos en 7 estados del norte, 12 en liebres silvestres
El primer caso de la Enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos se detectó en México  el 3 de abril en un predio de traspatio en Nuevos Casas Grandes, Chihuahua; de ahí se registró en Sonora, Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Durango y Zacatecas; por lo que el 26 de junio, Senasica activó el Dispositivo Nacional de Emergencia para controlar el brote epidémico.
Hasta esa fecha, se habían detectado 89 casos de la enfermedad en animales domésticos: 19 en Baja California, 10 en Baja California Sur, 38 en Chihuahua, seis en Coahuila, cinco en Durango, nueve en Sonora y dos en Zacatecas; más 12 casos en liebres silvestres: 10 en Chihuahua, uno en Durango y otro en Sonora, “pero los avistamientos han sido mucho más que estas confirmaciones”.
Roberto Navarro, director de la Comisión México-Estados Unidos para la prevención de la fiebre aftosa y otras enfermedades exóticas de los animales (CPA), organismo del Senasica destacó su preocupación porque “esta enfermedad en Europa ha sido tal el impacto que esta disminuyendo poblaciones de linces y de águila, situación que no descartamos que pueda pasar en México si no se hacen los trabajos de investigación necesarios por parte de la Semarnat y Conanp”.  
Senasica recomendó suspender la venta de conejos a nivel nacional en veterinarias, tiendas de animales y mercados, “porque necesitamos paralizar la movilización de conejos”.  Además, junto con Estados Unidos gestiona la adquisición de la vacuna que se produce en Europa, pero advierten que el costo es inalcanzable para los productores mexicanos.
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