Una tarea considerable tiene ante sí el nuevo dirigente de Morena en Sonora, Heriberto Aguilar Castillo, en el recién inaugurado proceso electoral que inició de manera oficial el pasado 7 de septiembre.
El hoy delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Movimiento de Regeneración Nacional asumió su encargo partidista tras cumplir con su trabajo proselitista a favor de la recién ungida como candidata presidencial morenista, Claudia Sheimbaum Pardo.
Y aunque parece que “todo es miel sobre hojuelas”, todo indica que aún hay pendientes que deben resolverse a la brevedad, entre ellos el hecho imperativo de imponer una lógica de diálogo, orden y unidad al interior de ese partido debido a ciertas inconsistencias generadas por algunos cuadros indisciplinados, quienes asumieron un papel de franca y abierta rebeldía frente a Sheimbaum.
Estamos hablando de personajes representativos de Morena, cuando menos aquí en Sonora, que quizá no han dimensionado los tiempos políticos que vive el País.
En ese sentido, Aguilar Castillo no sólo tiene que aceitar la maquinaria electoral para que todo camine sobre ruedas en nuestra entidad de cara al 2024, sino también trabajar en pro de la unidad en torno a la figura de la abanderada de Morena a la presidencia de la República.
Lo anterior viene a colación, debido a que trascendió que al menos dos diputados federales sonorenses pertenecientes a la bancada de Morena como son Gabriela Martínez Espinoza del distrito 6 federal con asiento en Cajeme y Manuel Baldenebro Arredondo del distrito 1 con sede en San Luis Río Colorado, han decidido unirse al ex canciller Marcelo Ebrard Casaubon en vez de hacerlo con la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México. Se les olvidó que las campañas internas ya terminaron.
Ello no es poca cosa, sobre todo en tiempo de definiciones donde se juega no sólo la Presidencia de la República y el Congreso de la Unión, sino también un proyecto de nación que ha logrado permear su noble ideología con resultados alentadores (si comparamos los resultados de sexenios anteriores) que saltan a la vista desde el triunfo del presidente López Obrador en 2018.
Valga decir que no se entiende la postura de ambos legisladores, sobre todo en momentos como el actual, en donde con independencia del sentir personal de cada uno de ellos, muy respetable por cierto, es incomprensible el que ambos continúen apoyando públicamente a un ex precandidato (ex secretario de Relaciones Exteriores), que si bien se inconformó con los resultados de la encuesta en donde resultó ganadora Sheimbaum sin mostrar pruebas sólidas en contrario que apuntalaran sus argumentos, hasta el momento permanece dentro de las filas morenistas.
Morena es un movimiento que aún no termina de madurar, para ello se necesita tiempo, pero si ya hemos visto que los políticos más representativos de ese Movimiento, entre ellos el legislador Gerardo Fernández Noroña -hoy convertido en vocero de Claudia quien también participó en el proceso interno para abanderar a la Cuarta Transformación en los próximos comicios-, así como todos los gobernadores están con la primera mujer con mayor posibilidad de ganar la próxima elección presidencial, ¿por qué estos dos representantes populares de Sonora están jugando a las contras?
En los próximos días se sabrá el desenlace de esta historia que apenas inicia. Lo más deseable es que ambos actores recapaciten y demuestren su lealtad al movimiento que en su momento los llevó a estar donde están y que es el mismo que está postulando a la mujer que mayor oportunidad tiene de convertirse en la primera presidenta de México.
Baldenebro fue un promotor de la candidatura de Ebrard, por lo que se entendería una cierta inclinación hacia él, pero en política siempre se requieren las definiciones y él declaró recientemente en una entrevista que le hizo un periodista en SLRC que se queda en Morena, pero no se pronunció abiertamente a favor de Claudia. De la diputada Gabriela Martínez de plano no se concibe su actitud, toda vez que ella siempre ha declarado su lealtad al Movimiento que ella misma contribuyó a fundar desde Cajeme, en donde también ya fue regidora.