Tal como ha ocurrido con el avión presidencial TP-01 Boeing 787 Dreamliner, tampoco ha ‘despegado’ la venta de decenas de aeronaves de dependencias como la Sedena, Pemex, Conagua, la propia Oficina de la Presidencia y la Fiscalía General de la República (FGR).
Son aviones y helicópteros que el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió no utilizar. En lugar de ello, ha buscado encontrarles un comprador, para mostrar austeridad y disponer de un dinero extra, aunque hasta ahora esto último no ha fructificado.
En revisiones a respuestas a solicitudes de información y datos en la página del INDEP sobre su próxima subasta el 12 de marzo, se constató que no han sido vendidas al menos 64 de las 72 aeronaves que desde el 24 de abril de 2019 fueron consideradas “susceptibles” de venderse en subastas y otros esquemas.
De esto ya han transcurrido 1 año y 10 meses.
Son 38 aeronaves de FGR, 10 de Sedena, 8 de Presidencia, 3 de Conagua, 3 de Pemex, y 2 de la Marina.
En el caso de las 8 aeronaves que complementan el listado, la Secretaría de Marina declaró vía transparencia que el asunto no era de su competencia; Comunicaciones y Transportes, aunque en el catálogo del gobierno federal aparecen tres de sus aeronaves, dijo que las mismas no estaban bajo su resguardo. En cuanto a tres aeronaves de lo que era la Policía Federal, tampoco se ha obtenido información.
Ya se hicieron solicitudes de transparencia al menos a Presidencia, FGR y Sedena, sobre el gasto por almacenamiento y mantenimiento de las aeronaves, y se está a la espera de respuesta.
“Entre más tiempo tengamos esta flotilla, más nos cuesta, hay que estar pagando mantenimiento; claro, no nos va a costar más, aun así, que lo que costaba antes porque antes el gasto de operación era elevadísimo”, mencionó López Obrador en enero de 2020, cuando se anunció una de las subastas para intentar vender aeronaves.
De los datos de avalúo que se pudo obtener, sin contar el TP-01 (comprado en el gobierno de Felipe Calderón por 218 mdd), la aeronave de mayor costo que no ha logrado ser vendida es un helicóptero Agusta Westland de la Conagua, de año de fabricación 2014, con un valor comercial estimado de 90 millones 923 mil pesos.
Los 72 aviones y helicópteros, se informó en aquel entonces, eran parte de los 263 vehículos aéreos que integraban la flotilla del gobierno federal.
“Se ha decidido no utilizar aviones y helicópteros en el traslado de funcionarios públicos. Es un compromiso que hicimos, que no íbamos a utilizar estos aviones”, dijo el presidente aquel 24 de abril de 2019.
“Todos los funcionarios del gobierno, servidores públicos tenemos que trasladarnos en aviones comerciales cuando se requiera ir a algún lugar distante, cuando se trate de distancias cortas por carretera, a ras de tierra”.
Avión Bimotor Hélice marca Cessna modelo 414, año de fabricación 1972, de Conagua.
Los aviones y helicópteros de Presidencia… que están en tierra
En el caso del Ejecutivo, el caso más sonado es el del avión presidencial TP-01, que el gobierno de López Obrador tampoco ha logrado vender.
Pero hay otras 8 aeronaves de Presidencia que también esperan comprador, y que buscan tener suerte el próximo 12 de marzo, en una nueva subasta.
De ellas la más costosa es un vehículo Eurocopter, fabricado en 2009, con un precio base para subasta de 67 millones 439 mil pesos, de acuerdo con el listado en la página del INDEP.
Le sigue un avión marca Boeing Company modelo 757-225 serie 22690, año de fabricación 1987, con un precio base de 56 millones 792 mil pesos.
Y después un helicóptero marca Eurocopter France modelo EC225 LP, con número de serie 2684, año de fabricación 1986, con un precio base de 52 millones 434 mil pesos.
En cambio la de menor valor es un helicóptero marca Aerospatiale tipo Superpuma modelo AS-332L serie 2084, año de fabricación 1987, con un precio base de 2 millones 65 mil pesos.
La suma del precio base de las 8 aeronaves es de 235 millones 232 mil pesos.
Aeronaves de FGR, con más de 40 años de antigüedad
En abril de 2019, autoridades federales explicaron que eligieron vender aeronaves que no tuvieran “una clara vocación para el beneficio de la ciudadanía”.
También aquellas “cuyo uso fuera dedicado al transporte ejecutivo de los funcionarios públicos”, y también aquellas “abandonadas, que no estuvieran en servicio y que representarán un costo oneroso para el gobierno federal”.
En el caso de la FGR, si bien en el catálogo del gobierno se incluyeron 38 de sus aeronaves, en respuestas a solicitudes el año pasado ese organismo sólo dio información sobre 23 de ellas, con un valor estimado en su conjunto de 444 millones de pesos, según el cálculo que hizo el INDAABIN.
De ellas, la mayoría tienen más de 40 años de antigüedad.
Las del año de fabricación más remoto son dos helicópteros fabricados en 1963, modelo UH-1H, y con un valor de 12 millones 516 mil pesos y otro de 10 millones 804 mil, según la estimación que hizo el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.
Otras cinco unidades Bell Helicopter, del mismo modelo UH-1H, fueron fabricadas en 1967, y otras cuatro en 1969, con un valor estas últimas de entre 9 y 13 millones de pesos.
Las unidades de origen más reciente son las más costosas. A un helicóptero modelo A1095, de la marca Agusta, de año de fabricación 2007, se le calculó un valor comercial de 52 millones 341 mil pesos.
Un avión modelo CL-600-2B16, de la marca Bombardier año de fabricación 2009, fue valorado en 182 millones 476 mil pesos.
En respuestas el año pasado a solicitudes de información, la Dirección General de Servicios Aéreos de FGR indicó que las aeronaves en venta no generan “costo de almacenamiento, toda vez que se encuentran en hangares institucionales”.
Se cuestionó en una nueva solicitud de información a la FGR otra vez sobre el costo de almacenamiento pero también de mantenimiento. El plazo para la respuesta se vence el 5 de marzo.