En memoria de nuestro compañero, quien hoy 17 de febrero cumple un mes sin estar con nosotros
El arma con la que fue atacado el reportero Margarito Martínez estuvo escondida muy cerca de su propia casa, en donde fue asesinado al salir rumbo una cobertura periodística.
La pistola calibre 9 milímetros que le arrebató la vida, había sido utilizada en varios delitos relacionados con ajustes de cuentas entre grupos de narcomenudeo, utilizada por delincuentes que fueron detenidos una y otra vez, pero que recobraban su libertad para seguir cometiendo homicidios.
Una mujer asesinada en el 2021, quien había perdido a su hijo, decapitado en manos de estos criminales, fue clave para que hoy los investigadores del homicidio del periodista tuvieran un punto de partida en la búsqueda de los responsables.
En esta investigación periodística, PUNTO NORTE recrea la ruta del arma con la que Margarito fue asesinado y la cual fue escondida hace dos años muy cerca de su muerte, lugar en donde la Fiscalía supo que estaba guardada, pero nunca se fue en su búsqueda.
Esta historia encierra una serie de homicidios y eventos atroces que dejaron a jóvenes, mujeres y menores de edad, abandonados con tiros en la cabeza sobre la vía pública, homicidios que nunca se resolvieron y de los cuales no hay avances. La ruta del arma: parte desde la impunidad y apunta al mismo lugar.
“La bataca”
A mediados del 2020, un grupo de sicarios irrumpió la casa de una mujer en la Sánchez Taboada, la colonia con el mayor número de homicidios en Tijuana y en donde vivía el fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel, asesinado afuera de su casa.
La mujer entonces de 35 años contó a unos policías que en aquella ocasión fue sometida a un interrogatorio por el grupo de asesinos dedicados al ajuste de cuentas de cárteles de las drogas que operan en la zona.
El 1 de diciembre del 2021, un ataque armado contra policías en el Infonavit Cachanillas, fue documentado por el fotoperiodista, a no más de 10 minutos de su casa.
Los sicarios habían llegado a la casa de la mujer identificada como Cristina, pues buscaban información sobre una droga que la novia de uno de los sicarios reportó como perdida cuando fue detenida por unos agentes ministeriales.
“La bataca”, como se les llama a los grupos de asesinos entre las bandas de narcomenudistas, tenía información y sospechas de que el hermano de Cristina, con quien ella vivía en la Sánchez Taboada, había tenido que ver con aquella supuesta pérdida de mercancía y con la detención de una integrante encargada de distribución de cristal de la misma banda criminal.
Cuate
Al poco tiempo, el 6 de julio de 2020, el mismo grupo de asesinos, regresó a la casa de Cristina minutos antes de la madrugada. Eran cuatro sujetos quienes entraron al domicilio. Dos de ellos llevaban pistolas y uno más, un rifle de asalto AK-47 conocidos como ‘cuerno de chivo’.
La casa está ubicada en la calle María E. Borja de colonia Sánchez Taboada, a la orilla de un cañón empinado. Para ingresar por la entrada principal hay que bajar escalones, pero los sujetos ingresaron por abajo, por las faldas del cerro.
El carro de Margarito. Fue atacado cuando estaba a bordo fuera de su casa, a 2 kilómetros de distancia de donde asesinaron a El Cuate en julio de 2020.
Los delincuentes le hablaron al hermano de Cristina, apodado ‘El Cuate’, Pedro Aguilar López, de 32 años, quien se encontraba con su pareja sentimental, de 51 años. A Pedro, quien tenía una camisa de tirantes blancos y un pantalón de mezclilla, lo separaron de su mujer, lo llevaron a un pasillo y lo intentaron amarrar, pero comenzó a forcejear y a gritar.
Ante la resistencia de Pedro, uno de los sicarios le dijo palabras más, palabras menos: “no voy a estar batallando, te va a cargar la chingada”, al instante la mujer de Pedro, quien se había escondido, escuchó unos cuatro disparos.
Correr 130 metros antes de ser asesinado
Unas semanas antes de aquel episodio, el 9 de junio de 2020, en la colonia El Florido Cuarta Sección, a las afueras de un Oxxo, la tranquilidad del medio día se vio estremecida por no menos de 36 disparos. Los casquillos del ataque armado quedaron esparcidos sobre la vía pública y a lo largo de al menos 130 metros. Los vidrios de la tienda de autoservicio quedaron atravesados por algunas de las balas. Y no se reportaron detenidos.
El ataque armado afuera de un Oxxo en El Florido dejó más de 36 casquillos sobre la vía pública.
El objetivo de ese ataque armado sobre la calle Azafrán, fue Raymundo Hidalgo Mendoza alias el ‘El Primo’. Fue atacado y perseguido a tiros por al menos tres gatilleros, quienes terminaron rematando a la víctima una vez que cayó al suelo tras correr por más de una cuadra e intentar protegerse dentro de un domicilio.
El hombre, de 44 años, fue ultimado de varios disparos sobre la cabeza y el rostro. Su auto, una camioneta BMW azul, y a la cual no alcanzó a subirse, quedó estacionada frente al Oxxo, también con varios disparos en los vidrios y carrocería.
Su cuerpo quedó en el suelo, en una vivienda a tres cuadras de dónde se había estacionado. Huyó durante minutos a pie, pero fue encontrado al intentar resguardarse frente un carro negro que estaba en el domicilio de la calle Cardo.
‘El Primo’ era identificado por las autoridades como uno de las cabecillas de un grupo armado en la Sánchez Taboada, trabajando para uno de los cárteles de drogas que dominan en la zona. Había sido detenido en los últimos años al menos 10 veces, con dosis, con armas, como sospechoso de homicidio y otros delitos, y su nombre había sido boletinado por las áreas de seguridad, pero seguía libre y operando.
‘El Primo’ fue víctima de homicidio y era identificado como jefe del grupo armado.
A los meses, cuando un grupo de asesinos fue detenido por el homicidio de ‘El Cuate’ en la Sánchez Taboada, ellos confesaron que trabajaban para ‘El Primo’, era el “jefe de batacas”.
Karla y Kairis
Karla Dennise era menor de edad el día que fue encontrada sin vida sobre la vía pública; Kairis fue asesinada a sus 19 años. Es probable que las dos chicas no se conocieran, pero fueron asesinadas con varias similitudes y con algo relevante en común.
Keiris, víctima de la violencia a sus 19 años.
Karla y Kairis, ambas jóvenes, fueron atacadas a días de diferencia, a plena luz del día, en la misma zona de la Sánchez Taboada, heridas de muerte sobre la calle, en ninguno de los casos se detuvo a sus asesinos, pero, sobre todo, murieron al ser atacadas con la misma arma de fuego.
Karla Dennise caminaba sobre la calle Austral esquina con calle Hidra en la zona de derrumbes de la Sánchez Taboada, cuando fue atacada a balazos el 5 de junio de 2020. Su cuerpo quedó boca arriba y a pocos pasos, los peritos de la Fiscalía levantaron cinco casquillos calibre 9 milímetros.
La víctima de 17 años llevaba puesto un pantalón de mezclilla azul, tenis deportivos y una camisa guinda.
Kairis profesaba la religión cristiana: “con Dios encontré la felicidad que el mundo nunca me pudo dar” se puede leer en su última publicación hecha en redes sociales.
La joven fue asesinada en la calle Arroyo San Vicente, de la colonia Camino Verde, a un kilómetros y medio del homicidio de Karla. Los investigadores solo localizaron un casquillo en la escena, pero el cuerpo encontrado en un pequeño desnivel pedregoso entre la calle y una propiedad, tenía más de una herida por disparo.
Karla Denisse, de 17 años.
De hecho, también en esos días, el 2 de junio de 2020, por la misma zona, en la calle Juan Bosco, en Lomas San Martín de la delegación Sánchez Taboada se registró un homicidio más. La víctima fue Jerry Ayala Olguín, de 35 años.
El cuerpo de Jerry, con tres lesiones en la cabeza, fue abandonado en una terracería de noche, estaba amarrado de los pies con un cinto negro, y en el lugar se localizaron dos casquillos percutidos, lo cual permitió saber que fue privado de la libertad, llevado hasta ese punto y asesinado ahí mismo.
La arma fue usada en una cuarta ocasión en aquellos tiempos. El 30 de junio de 2020, varios hombres llegaron hasta la calle prolongación Paseo de los Héroes en la colonia Los Santos y abrieron fuego contra Oscar Elizondo, quien recibió un impacto en la cabeza y quien murió luego de ser trasladado por una ambulancia de la Cruz Roja. En el ataque, otro hombre resultó herido, pero sobrevivió.
La quinta vez que se usó el arma en esas fechas fue el 7 de julio, cuando ejecutaron a ‘El Cuate’, hermano de Cristina. Y no se volvería a usar hasta un año y medio después para arrebatarle la vida al periodista Margarito Martínez.
El ataque armado registrado en la colonia Los Santos, con dos víctimas. 30 de junio del 2020.
Libres, libres, libres
Entre agosto y septiembre de 2020, la Fiscalía procesó a cuatro hombres señalados como responsables del homicidio de Pedro Aguilar López, ‘El Cuate’.
Actualmente, los delincuentes siguen presos, vinculados a proceso judicial y en espera de que inicie su juicio. Solo uno de ellos, ya aceptó su responsabilidad en el homicidio del cual se les acusa y está cerca de ser sentenciado a varios años de prisión por medio de un procedimiento abreviado.
En la carpeta de investigación, se encuentran datos que señalan a quien le disparó a ‘El Cuate’ aquella madrugada del 7 de julio del 2020. Se trata de José Manuel Segura Villanueva alias ‘El Michoacano’.
El hoy detenido aceptó en audiencia ante un juez que él portaba y accionó la pistola tipo escuadra 9 milímetros con la que se asesinó a El Cuate. La misma arma con la que también en los días y semanas anteriores de aquel año 2020, se asesinó a Jerry (1 de junio), a Karla Dennise (5 de junio), a Kairis (25 de junio) así como a Óscar Elizondo (el 30 de junio) y en donde resultó herida una persona más.
Margarito cubriendo un homicidio a una cuadra en donde quedó el cuerpo de Karla Denisse. 2021
El resto de los integrantes de ese grupo son José Antonio ‘El Chepe’ o ‘El Tony’, quien había sido detenido en noviembre de 2019 en posesión de un arma y 20 dosis en la calle Centenario de la Sánchez Taboada.
En aquella ocasión ‘El Chepe’ fue arrestado por la Policía Municipal como el sospechoso (junto con dos sujetos más) y con el arma involucrada en la ejecución de tres jovencitos de entre 16 a 24 años, aproximadamente, cuyos cuerpos fueron localizados en una terracería, en la calle Palomas y Pinos Verdes, todos con tiros de gracias. ‘El Chepe’ fue dejado en libertad.
En 2015, policías ya le habían cumplimentado una orden de aprehensión por delitos federales y contra la salud.
José Antonio “El Chepe” o el “Tony” acusado del asesinato de El Cuate, había sido detenido como sospechoso de un triple homicidio.
‘El Chepe’ también contaba con una orden de aprehensión en 2015 por lesiones con arma de fuego tras ser señalado de haber intentado asesinar a otra persona. De aquellas otras detenciones, también obtuvo su libertad.
Por el homicidio de ‘El Cuate’, hay dos detenidos más, Óscar Javier, de 22 años, apodado ‘El Pocho’, quien de acuerdo con los datos en manos de la autoridad fue quien ingresó a la casa de Cristina portando una metralleta ‘cuerno de chivo’. Por último, Josué, quien también ya había sido detenido en varias ocasiones, entre ellas, el 29 de septiembre de 2019 en posesión de un arma de fuego. Al igual que casi todos, también recobró su libertad.
El arma escondida
En las detenciones de los imputados, los miembros de aquella bataca contaron detalles y dieron información importante, incluso se acusaron entre ellos y esos datos sirvieron para algunos arrestos.
Primero, dijeron, que en efecto eran parte del grupo de ajustes de cuentas al servicio de ‘El Primo’, asesinado solo unas semanas antes de la detención del grupo, que ‘El Primo’ fue sustituido por otra persona y que, desde meses anteriores, ellos se habían cambiado de grupo criminal.
Además, confirmaron la versión que en su momento aportó Cristina, que la habían ido a buscar para obtener información sobre una droga y el arresto de una mujer, y por el cual fue asesinado su hermano.
El homicidio de Karla en 2020.
Uno de los detenidos dio detalles de sus ejecuciones y confesó que a Cristina no la mataron por respeto a su líder ‘El Primo’, pues en vida ella era su favorita, le ayudaba a vender dosis de cristal y mantenían una relación. En vida, ‘El Primo’ tenía gran aprecio por Cristina, les pedía que la respetaran y aún muerto, logró que en aquella ocasión no le hicieron daño. Era su favorita, aseguró.
En las entrevistas, estos detenidos contaron, además, que cuando interrogaron a Cristina antes de asesinar a ‘El Cuate’, ella misma les dio instrucciones de cómo entrar al domicilio. Los sicarios creyeron que la mujer quería quedarse con esa casa y delató a su propio hermano.
Pero de las cosas más importantes que confesaron, es que las armas, entre esas, la escuadra 9 milímetros con la que se asesinaría a Margarito Martínez, un año y medio más tarde, había sido escondida en la casa de uno de ellos, ubicada a dos cuadras de donde asesinaron a ‘El Cuate’, y a no más de seis minutos en donde fue atacado el periodista, fuera de su casa.
La negra Tomasa, la cámara de Margarito
A las siete de la tarde con un minuto del 7 de julio de 2021, un año después de aquella serie de homicidios y detenciones, Margarito Martínez comenzó una transmisión en vivo por medio de su cuenta de Facebook: “Hola mi gente, hola mi gente, muy buenas tardes qué tal, les saluda nuevamente aquí su compita el 4-4…”.
Su video duró apenas 2 minutos con 44 segundos y dijo –como siempre– lo básico de la noticia, reportó en el enlace que estaba desde las calles Perseo y Borja de la colonia Sánchez Taboada, en donde había sido asesinada una persona por disparos de arma de fuego.
Capturas de pantalla de la transmisión en vivo que hizo en julio del 2021.
“…lamentablemente se registra otro hecho de alto impacto”, continúo Margarito dirigiéndose a su audiencia en su cuenta personal.
“En estos momentos ya se encuentra la unidad de servicios periciales y los agentes de la Agencia Estatal de Investigación en conjunto con la Policía Municipal, quienes ya se encuentran aquí, lamentablemente perdió la vida una persona del sexo femenino”, continuó.
Margarito estaba narrando el homicidio de Cristina, asesinada por con al menos un disparo la cabeza, tendida en las escaleras de la entrada de su casa, en el mismo lugar en donde había asesinado ‘El Cuate’, en donde se usó el arma que le quitaría la vida meses después al periodista.
Pendientazos
Margarito, con su gesto alegre, en aquella transmisión en vivo se despidió “ahorita ya nos vamos poner las pilas, vamos a sacar la negra Tomasa, documentamos y nos vamos, esta es la información que hay, que tengan excelente tarde, mi gente. Pendientazos.”