Se vienen tiempos marcados por los calendarios electorales, la sucesión presidencial se convertirá en la piedra angular del debate público; ante esta situación las masas empobrecidas del país deben estar preparadas para poder ver a través de los discursos públicos de la clase política. El debate público está dominado por la política oficial, es decir, la que tiene que ver con los partidos políticos oficiales y sus representantes, las voces que representen corrientes alternas a ellas son silenciadas por los grandes medios de comunicación. Es esta la razón por la que las clases populares hoy más que nunca deben poder distinguir el verdadero significado de las cuestiones electorales.
Para esta política oficial, solo existen los dos bandos, los que están en el poder y los que antes estuvieron y hoy quieren recuperar lo perdido en 2018; la mentira consiste en hacer creer a la población que sus intereses solo pueden ser representados por uno u otro bando. Esto la deja sin más opción que decantarse por uno u otro. Pero estas dos opciones muy poco o nada representan los intereses populares, los últimos 20 años ha quedado claro que para los que gobernaron lo más importante no fue mejorar las condiciones de vida de los mexicanos. Por ejemplo, la pobreza alimentaria y de patrimonio creció entre 2006 y 2012; como este, podemos ver muchos ejemplos donde la situación es la misma: la vida de los pobres es más difícil.
Por otro lado, los que llegaron al poder en 2018, en poco tiempo han demostrado no estar a la altura de las necesidades del país, pero la mentira oficial se ha encargado de ocultar con dinero sus grandes fracasos. Es sabido que:
• Entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%, mientras que el número de personas en esta situación pasó de 51.9 a 55.7 millones de personas.
• El porcentaje de la población en situación de pobreza extrema presentó un incremento de 7.0% a 8.5% entre 2018 y 2020 y el número de personas en situación de pobreza extrema aumentó de 8.7 a 10.8 millones de personas.
• En términos de carencias sociales, el mayor cambio entre 2018 y 2020 es un aumento de 12.0 puntos porcentuales en la carencia por acceso a los servicios de salud, que pasó de 16.2% a 28.2%.
• Otras carencias que aumentaron en menor medida son el rezago educativo con un incremento de 0.25 puntos porcentuales y la carencia por acceso a alimentación nutritiva y de calidad (0.31 puntos porcentuales). Coneval, comunicado N°9, 5 de agosto del 2021.
Estos son ya resultados de la 4T, y no pueden ser considerados como resultados de una política que esté pensada en las necesidades de los más necesitados. Esto es así porque, en realidad, tanto la 4T como los demás partidos representan, en esencia, los intereses de la misma clase social. Hay que añadir que es con la 4T que no sólo se ha retrocedido en materia de bienestar social, sino el sistema político en su conjunto ha mostrado retrocesos.
La manipulación de las masas es el arma más eficaz con que la 4T ha podido mantenerse a flote, regalando un poco de dinero para mantener contenta a las personas, haciéndolas pensar que eso las va a sacar de pobres.
El inicio anticipado de las campañas electorales desde la presidencia muestra que la prioridad es la distracción, orientando la atención hacia sus corcholatas, para que la población no se detenga a revisar los malos resultados de su gestión. Tanto Claudia Sheinbaum como Adán Augusto se la pasan recorriendo la república para promocionar su imagen. Más allá de ser una clara violación a las leyes electorales, es un insulto a los mexicanos, pues se posicionan en otros estados mientras que su trabajo solo da resultados negativos. El caso de Sheinbaum, la favorita del presidente según varios analistas, destaca por hacer visitas a los estados, impartiendo “conferencias” para dar recomendaciones de cómo realizar el trabajo, mientras no es capaz de dar seguridad a los habitantes de la CDMX. El pasado siete de enero, mismo día en que se dio el incidente en la L3 del metro, Sheinbaum se encontraba en Michoacán para platicar sobre “políticas exitosas de gobierno”.
La conclusión es que la política oficial poco tiene que ofrecer a las masas empobrecidas; sin embargo, esto no quiere decir las mismas no tengan nada que hacer para mejorar su condición de pobreza. Ante un sistema que las obliga a elegir entre unos u otros lobos para gobernantes, la única salida es la lucha organizada. Los candidatos van a ir y venir, pero depende de la fuerza organizativa de las masas para que no se salgan con la suya. El presidente lo tiene bien claro, es por eso que desde el inicio de su gobierno se ha dedicado a atacar a aquellos que luchan de manera organizada. Los periodos electorales son los momentos más grandes de manipulación política, y solo la organización puede contrarrestarlos.