Hermosillo, Son.- Los muertos y desaparecidos de Sonora no van a regresar ni se va a detener su espantoso incremento por muy digitalizados que estén sus datos; detener la inseguridad creciente no es una cuestión técnica, sino de voluntad política y de aplicación del sistema de seguridad que ya se tiene, pero no se quiere aplicar. La impunidad es abrumadora porque es una determinación política, dijo Luis Miguel López Alanís, vocero de Antorcha en Sonora.
Así lo señaló al comentar las visitas a esta entidad que se encuentran realizando las llamadas corcholatas del presidente López Obrador Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López: “los tres proponen continuar con la política de “abrazos, no balazos”, que en lo hechos significa impunidad para los delincuentes organizados y balazos y represión para los que piensan diferente o no se quieren someter a la explotación criminal, contra la que el ejército y la guardia nacional han sido totalmente ineficaces, por decir lo menos”, aseveró.
Comentó López Alanís que tal es el caso de sus compañeros asesinados en el estado de Guerrero, Conrado Hernández y Mercedes Martínez, dirigentes populares antorchistas que fueron ultimados junto con su hijo menor de siete años el pasado 12 de abril y a la fecha las autoridades responsables de perseguir el delito y encontrar a los culpables han sido totalmente omisos y no actúan.
La impunidad en el estado de Guerrero afecta también a Sonora y las repercusiones serán mayores en la medida en que el caso siga permaneciendo insoluto por parte de quienes en aquel estado tienen la responsabilidad de actuar y no hacen nada. “Procederemos en Sonora a su denuncia de inmediato, tan luego como nuestra organización nacional lo acuerde así, pero aprovecharemos para intensificar nuestra denuncia contra la inseguridad que también vivimos en la entidad, que tiene las ciudades más peligrosas del mundo y cuyas causas son esencialmente las mismas”, advirtió.
Exigimos que desde Sonora también se levante la voz oficial que reclame la aplicación de justicia en Guerrero, no queremos un silencio cómplice; reclamamos la voluntad política y la solidaridad para iniciar un proceso de inversión de la tendencia fatal de impunidad que nos está conduciendo a un precipicio, dijo.