Un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Héctor Hernández, fue arrestado tras descubrirse que cobraba 5 mil dólares por guiar a traficantes de migrantes en la frontera con México. Hernández, quien soñaba con retirarse, decidió explotar su conocimiento del muro fronterizo para facilitar cruces ilegales en zonas sin vigilancia.
Las investigaciones revelaron que el agente informaba a los coyotes sobre la ubicación de cámaras y dispositivos de monitoreo, además de abrir puertas restringidas para permitir el paso de migrantes desde Tijuana. Su caída ocurrió cuando un infiltrado del Departamento de Seguridad Nacional lo grabó en plena operación.
A pesar de sus intentos por encubrirse, Hernández fue arrestado con 131 mil dólares en efectivo, producto de sus actividades ilícitas. La Fiscalía de California pidió una sentencia ejemplar para evitar que otros agentes sigan su camino. Su caso evidencia cómo la corrupción puede permear incluso en quienes juran proteger las fronteras.