En el quinto lugar nacional se encuentra el Estado de Sonora en el Índice de Paz de México 2022, mismo que es realizado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
La entidad se encuentra en focos rojos por estar entre las zonas menos pacíficas del país al tener una calificación de 3.524, superando solamente a Guanajuato, Colima, Zacatecas y Baja California.
Por otra parte, los lugares más pacíficos son Yucatán, Tlaxcala, Chiapas, Campeche e Hidalgo, seguidos de Nayarit, Coahuila, Veracruz y Puebla.
Sonora se deterioró en todos los indicadores, excepto en el de cárcel sin sentencia. El cambio más significativo fue en el indicador de homicidios, con un aumento de la tasa del 20.8%, equivalente a mil 975 muertes, mientras que la tasa de homicidios es de 63.5 por cada 100 mil habitantes, la quinta tasa más alta del país.
Ernesto Urbina Miranda, presidente de la organización Hermosillo ¿Cómo Vamos?, señaló que el país tuvo una leve mejora en las bases para la construcción de la paz, pues varias entidades disminuyeron algunos delitos, sin embargo, ese no fue el caso de la entidad sonorense.
“Sonora se coloca en la posición número 28, una más abajo que la que se registró en la edición anterior, y dentro de las mediciones, desafortunadamente Sonora registra uno de los rezagos más grandes en términos del puntaje general por el aumento sustancial que se vio en la tasa de homicidios”, manifestó.
El estudio destaca que históricamente la entidad ha experimentado altos niveles de violencia debido al narcotráfico a lo largo de la frontera con Estados Unidos, pero que su tendencia actual de deterioro comenzó hace apenas tres años.
En el año 2018, Sonora se colocó en el puesto duodécimo en la clasificación general, y desde entonces ha caído hasta el puesto 28, marcando el mayor deterioro en la paz de cualquier estado.
“En el mismo período, el estado registró el mayor deterioro del país en la tasa de delitos con violencia, el segundo mayor deterioro en las tasas de homicidios y delitos cometidos con armas de fuego, y el tercer mayor deterioro en la tasa de crímenes de la delincuencia organizada”.
El IEP señala que los deterioros posteriores a 2018 coinciden en gran medida con los cambios en su panorama delictivo, alineándose con el surgimiento del Cártel de Caborca, que supuestamente fue creado en 2017 por Rafael Caro Quintero.
Asimismo, el aumento de la violencia se le atribuye a las luchas internas dentro del Cártel de Sinaloa y por los crecientes intentos del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) de establecer un punto de apoyo en Sonora.
El municipio de Cajeme, donde la lucha entre cárteles ha sido más intensa, tuvo la cuarta tasa de homicidios más alta del país el año pasado, con 126 casos por cada 100 mil habitantes.
Por otra parte, en Ciudad Obregón, la cabecera municipal de Cajeme, el 95% de los residentes informaron sentirse inseguros a finales de 2021.
Urbina Miranda coincidió que el narcomenudeo, la drogadicción y la violencia intrafamiliar son factores considerables que están detonando la violencia en el Estado, de ahí la importancia de implementar estrategias integrales para resolver la problemática.
“Dentro de estos factores se encuentran los crímenes de la delincuencia organizada y los delitos con violencia y con armas de fuego, entonces, sin duda, parte de esta situación tiene que ver justamente con las disputas de la delincuencia organizada, lo dicen las mismas autoridades”, aseveró.