La madrugada de este 15 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó, con 322 votos a favor, 128 en contra y 3 abstenciones, la reforma a la Ley de Amparo. Esta legislación, que incluye la nueva redacción del artículo 3∘ transitorio, ha sido devuelta al Senado para su revisión y aprobación final.
Fin a los “amparos mañosos” y el abuso empresarial
La reforma busca poner fin a décadas de abuso del juicio de amparo, el cual, según lo expresado por legisladores de Morena, ha sido utilizado por grandes empresarios —como Ricardo Salinas Pliego— para evadir el pago de impuestos y alargar juicios fiscales hasta por 20 años.
Objetivo claro: El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, enfatizó que la reforma tiene como objetivo cerrar el paso a los “amparos mañosos” que han permitido a poderosos eludir al fisco. Monreal afirmó que la medida busca que “paguen lo justo, por el bien del erario y del pueblo,” y que también frenará a lavadores de dinero y delincuentes de cuello blanco.
Contexto financiero: Actualmente, existen más de 2,000 juicios fiscales pendientes de resolución que ascienden a más de 100 mil millones de pesos. Estos recursos, que deberían destinarse al pueblo, están congelados debido al abuso del recurso de amparo.
Reglas claras para la transición
El diputado Hugo Eric Flores (Morena) explicó que la modificación legal establece reglas claras para los casos en curso y futuros:
Casos en curso: Se resolverán bajo las normas y procedimientos con los que iniciaron.
Nuevas actuaciones: Se regirán de inmediato por las disposiciones de la reforma.
Justicia ágil, transparente y popular
Con esta aprobación, los promotores de la reforma aseguran que el juicio de amparo vuelve a ser una herramienta “del pueblo y para el pueblo.” La reforma tiene como meta:
Modernizar el sistema judicial.
Garantizar una justicia más ágil, transparente y justa.
Eliminar privilegios de quienes se han escondido tras la ley para incumplirla.
Este paso es considerado un avance firme hacia una justicia verdaderamente popular en México.


