El mensaje enviado por Heriberto Aguilar a Manlio Fabio Beltrones esta semana fue contundente, al acentuar un rompimiento con quien ha mandado en Sonora prácticamente desde que fue gobernador (1991-1997).
Excepto en este sexenio.
Y este debate es interesante para los sonorenses que queremos lo mejor para nuestro estado porque el líder estatal de Morena corta de tajo cualquier aspiración del ex gobernador Manlio Fabio Beltrones de “acercarse” al partido fundado por López Obrador.
El “espontáneo” pronunciamiento del guaymense no deja de ser relevante por el mensaje explícito e implícito que encierra, y obviamente por el destinatario a quien va dirigido.
Ello supondría bajo la óptica de quienes hoy tienen el poder en el Estado que todo lo que rodea al ex gobernador no es saludable para la entidad… y tiene mucho de cierto.
Cualquiera pudiera pensar que se trata de una iniciativa propia de Aguilar, pero lo cierto es que él es el mensajero.
Aunque también se antoja irrisorio que el mensaje fuera dirigido únicamente a la figura de Beltrones, quien “haiga sido como haiga sido” ya terminó su ciclo político (bueno eso quisiéramos muchos), más bien pudiera tratarse de un mensaje dirigido a los cercanos al ex gobernador que han osado tocar puertas en ese instituto político.
Aguilar no sólo es el presidente de Morena en la entidad, es también el que coordinó los esfuerzos de Claudia Sheimbaum en Sonora para que ella alcanzara la meta de ser ungida como candidata presidencial, además de haber sido funcionario de primer nivel en el actual gobierno estatal.
Y el hecho de que el mensaje fuera acuñado en Sonora, la tierra del oriundo de Villa Juárez y donde nació el Revolucionario Institucional puede tener muchas aristas políticas más, pues no olvidemos que el actual gobernador es el presidente del Consejo Nacional de Morena y en consecuencia uno de los mandatarios estatales con mayor poder y por ese hecho cualquier aspaviento que aquí se genere puede tener repercusión nacional.
En Sonora Durazo también es el jefe político de Morena.
Pero con independencia de la lectura política del mensaje de Heriberto Aguilar, nuestra entidad requiere un cambio significativo en la forma de gobernar, pues no es posible que regresen otra vez los mismos de siempre y que poco bien le han hecho a nuestra tierra.