Este 11 de marzo, a sus 103 años de edad dejó de existir Simón Curiel, ampliamente conocido entre la comunidad de Cajeme por ser vendedor de paletas y dulces, ofreciendo los productos en las calles sin importar el cansancio de cargar en sus piernas un siglo de vida.
Conocido como ” El tata” o ” güero”, Don Simón fue ejemplo de que el trabajo honesto por más humilde que este sea, siempre dignifica a las personas.
Originario de Jalisco, llegó a Sonora después de recorrer varias ciudades trabajando como jornalero para finalmente establecerse en Obregón donde vivió por casi 70 años hasta que por causas naturales partió de este mundo.
Aún cuando formó familia, sus últimos años vivió solo en la colonia Hidalgo, donde seguramete se le extrañará ver salir desde las 6 de la mañana, dirigirse a la cremería donde trabajaba y recorrer las calles del centro , las inmediaciones de Palacio Municipal y el Deportivo, siempre dando ejemplo de que la edad es lo de menos cuando hay voluntad de trabajar.