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El receso de un funcionario para convertirse en contratista de la ciclovía 

En 2017, Julio César Vargas Gándara trabajaba como director de inversión de la Dirección de Evaluación y Planeación de Juárez. Esta dependencia gestionó los recursos para la construcción de una ciclovía que hoy se encuentra en condiciones de deterioro. Vargas Gándara dejó su cargo como funcionario público y se convirtió en contratista del gobierno, para construir esta ciclovía y pavimentar calles. Una vez que se cumplió el propósito, regresó al gobierno, esta vez como director técnico de Obras Públicas de Juárez. 
Ciudad Juárez, Chihuahua.- Cynthia tiene seis años usando la bicicleta como su principal medio de transporte y durante este tiempo ha observado cómo los gobiernos locales han apostado por la construcción de ciclovías. Sin embargo, reconoce que muchas de estas infraestructuras para la movilidad ciclista tienen fallas que van desde la mala edificación hasta ser sujetas a actos de corrupción. Tal es el caso de la ciclovía municipal de la Zona Centro construida en 2017 y que actualmente se encuentra en condiciones de abandono. 
Esta obra la llevó a cabo Julio César Vargas Gándara a través de su empresa constructora CPA Construcciones, Proyectos y Asesorías, creada en 2012. 
De octubre de 2016 a febrero de 2017, este servidor público fue Director de Área de Control de Inversión de la Dirección de Planeación y Evaluación del Municipio de Juárez, dependencia encargada del presupuesto, planeación y asignación de recursos para distintos proyectos, entre ellos el de la ciclovía. 
Una vez que sale del servicio público, se vuelve contratista del mismo gobierno. La actual Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas del Estado de Chihuahua, establece que el gobierno no podrá celebrar contratos con exfuncionarios que hayan desempeñado el cargo hasta un año antes, sin embargo, la ley vigente durante la construcción de la ciclovía no contemplaba esto. 
Julio César Vargas entregó las obras para las que fue contratado y se reincorporó al servicio público el 30 de octubre de 2018, esta vez como Director Técnico de la Dirección General de Obras Públicas, dependencia con la recién había celebrado el contrato para la construcción de la ciclovía. 
El equipo de investigación solicitó en reiteradas ocasiones una entrevista con Vargas Gándara, sin que hasta el momento aceptara. 
Para este caso, citamos a Cynthia (quien es usuaria de la bicicleta como medio de transporte) en la ciclovía ya mencionada, específicamente en un tramo ubicado en la avenida Ignacio Mariscal, casi esquina con la calle Prof. María Martínez, que a solo cuatro años desde que fue construida se encuentra sin pavimento, con encharcamientos y basura. 
“Es una tristeza y da coraje que el dinero del erario se use en obras mal hechas porque además la ciudadanía se queda molesta y asumen que está mal que haya ciclorrutas cuando el problema fue que se hicieron mal”, comentó cuando observó las condiciones de la ciclovía. 
Cynthia López de la Fuente es la representante de dos colectivos ciclistas locales, Fixibeat y Bicicleta Blanca Juárez —este último dedicado a colocar bicis pintadas de blanco en los sitios donde personas ciclistas han perdido la vida luego de ser atropelladas, como una manera de honrarlas—, y recientemente fue nombrada ‘Alcaldesa de la Bicicleta’ por la organización internacional BYCS. 
Desde la perspectiva de la ciclista, una de las principales fallas de la ciclovía construida por Vargas Gándara, quien ahora es Director Técnico de Obras Públicas del Municipio, fue la edificación de la misma. 
“El problema es que cuando lo ejecuta Obras Públicas, ahí es donde se pierde un poco del papel a la práctica. A Obras Públicas todavía le falta más conocimiento sobre lo que es movilidad urbana sostenible, sobre lo que es ser ciclista”, dijo. 
Ciclovía en Juárez
Recalcó que en este tramo la ciclovía no está conectada pues calles atrás el carril ciclista comienza del lado izquierdo y sin previo aviso continúa por el carril derecho de la vialidad; algo que pone en riesgo a la persona ciclista. 
“Está lleno de obstáculos, no solo la basura, si no que hay topes a la mitad de la ciclorruta, las vialetas se han caído. Ese es otro de los grandes problemas que tenemos en la ciudad que se hace la obra y no se le asigna presupuesto para el mantenimiento y ha pasado en todas las ciclorrutas, que de nada sirve que estén segregadas si va a haber obstáculos atravesados, de nada sirve que se hagan si no se hacen bien porque es un riesgo que un ciclista ande en una ciclorruta así”, puntualizó. 
Cuando Cynthia habla de riesgos para las personas ciclistas es porque los conoce bien. Tan solo hace unas semanas fue víctima de un atropellamiento; el primero que le ocurre en todo el tiempo que ha circulado en bicicleta por decisión propia. 
“Venía yo por una calle relativamente tranquila, venía despacio porque es una calle residencial, la persona también venía despacio. Se dio de reversa y no se dio cuenta que yo venía en la bicicleta, pegué primero con el carro, luego con el pavimento. Me sentí súper mal, me levanté mareada. Toda la gente, hasta eso, me auxilió, la señora también se portó bien y al final me dieron un ‘ride’ a mi destino”, contó. 
La falta de infraestructura ciclista bien planeada, lo angosto de la vialidad en la que circulaba y la falta de respeto a las personas que usan la bicicleta por parte de quienes manejan un automóvil, ocasionaron el siniestro aseguró Cynthia. 
“El Reglamento de Tránsito y las tendencias de seguridad ciclistas indican que debes ocupar un carril. En esa ocasión traía un carro pegado, cuando ya vas sintiendo los acelerones de que te vienen presionando. Me abrí poquito para dejarlo pasar, tal vez ahí fue el error de haber cedido el carril porque tenía muy pegados los carros y fue cuando la señora me pegó”, recordó. 
Después del siniestro, Cynthia tuvo que tomar cinco semanas de terapia pues aunque los golpes no fueron de alta gravedad, sí dejaron mucho dolor en su cuerpo; durante ese tiempo tampoco pudo usar su bicicleta. 
“Eso que fue muy despacio, no quiero imaginar (si hubiera sido) en la calle, casi siempre el riesgo es que si te atropellan en la calle pues caes a otro carril donde puede venir otro carro e inclusive ese carro te puede atropellar”, dijo. 
Funcionario, contratista; contratista, funcionario: el juego de Vargas Gándara  
Los proyectos de ciclovía mal planeados y poco socializados con la población ponen en riesgo la movilidad y seguridad de las personas usuarias de bicicletas; como ocurre con la ciclovía construida por la empresa CPA Construcciones, Proyectos y Asesorías. 
El contratista ganador del proyecto de ciclovía en el Centro Histórico de Juárez, Julio César Vargas Gándara dueño de CPA Construcciones, trabajó desde el inicio de la administración de Armando Cabada Alvídrez, en 2016, como Director de Inversión en la Dirección de Evaluación y Planeación. 
Esta dependencia, fue la encargada de gestionar el Fondo Fronteras del año 2017, recursos con los cuales la obra fue realizada, dio a conocer el Director General de Obras Públicas, Francisco Javier Arroyos Salgado. 
Vargas Gándara dejó su puesto de la Dirección de Evaluación y Planeación el 15 de febrero de 2017, para dedicarse al sector de la construcción. 
Como particular, obtuvo dos contratos de obra pública con el Municipio de Juárez a menos de un año de dejar su cargo: el contrato OP-064-2017, para la pavimentación de tres calles en la colonia México 68 por un monto de 1 millón 271 mil 001 pesos y el contrato OP-105-2017 para la construcción de la ciclovía en la zona centro por más de 6 millones de pesos. 
En septiembre de 2017 el Municipio de Juárez lanzó una convocatoria pública para la construcción de esta cicloruta ubicada en el Centro Histórico de Ciudad Juárez. En ese entonces 6 empresas se interesaron por el proyecto y compraron las bases de la licitación. 
Las propuestas técnicas y económicas de las empresas comenzaron a ser desechadas una a una con argumentos como “los datos básicos de mano de obra, materiales, no está como en el ejemplo, por lo tanto, su propuesta no cumple con lo solicitado en las bases”, hasta que quedó CPA Construcciones, cuya propuesta económica no era la más baja.
El costo de la obra especificada en el contrato era de 5 millones 526 mil 397 pesos, sin embargo, en el acta de entrega de la obra que recibió el Municipio en enero de 2018, revela que se terminaron ejerciendo 6 millones 594 mil 395 pesos, un millón más de lo que se había contemplado. 
Además la obra terminó entregándose con un mes de retraso según el acta de entrega-recepción. 
Una vez que Vargas Gándara obtuvo estos dos contratos de obra pública, regresó a la administración pública por invitación de Francisco Javier Arroyos Salgado, esta vez como el Director Técnico de Obras Públicas, dependencia que licitó ambas obras, dio a conocer el propio Director General de la dependencia. 
Aunque Vargas Gándara no intervino por medio de firmas en el proceso licitatorio, su empresa terminó siendo contratada por la dependencia en donde más tarde ocuparía un cargo importante, el de director técnico. 
Inmediatamente después de la entrega de la obra, las omisiones por parte de los impulsores del proyecto como de la empresa constructora, comenzaron a manifestarse, pues como mencionó Cynthia, no se asignó recurso para el mantenimiento adecuado de la infraestructura. 
Por más de un mes, se buscó una entrevista con Julio César Vargas Gándara, sin que hasta el momento, diera respuesta a la solicitud. 
Por su parte el Director General, Francisco Javier Arroyos, comentó desconocer las condiciones actuales en las que se encuentra la ciclovía, pues de acuerdo con su versión, la dependencia encargada del mantenimiento es la Dirección de Vialidad aún y cuando la dependencia que licitó la obra fue la Dirección de Obras Públicas. 
“Tiene tiempo que no me doy una vuelta a ver en qué condiciones está, si están los bolardos y las vialetas”, mencionó. 
Pese a que la zona de trabajo del director de Obras Públicas se encuentra también en el Centro Histórico, el servidor público dijo no tener conocimiento de que un tramo de la ciclovía que se encuentra sin pavimento en la calle Ignacio Mariscal.
“Desconozco, me sorprende que me lo digas ahorita, pero no hubo un afán de quitar infraestructura, no sabía que faltaba pavimento en esa área”, aseguró. 
Director General y contratista, amigos de confianza
El director general de Obras Públicas negó que exista un conflicto de interés o que Julio César haya recibido información privilegiada del proyecto de la ciclovía pese a que este último trabajó en la dependencia que gestionó los recursos. 
“Claro que no, hasta la fecha no hemos recibido (observaciones) por los entes fiscalizadores”, aseguró el servidor público; no obstante, tanto el director como el contratista han sido compañeros de “confianza” por años, así lo dio a conocer el propio director general. 
De acuerdo con el acta de entrega-recepción, el actual director general recibió la obra de la ciclovía en 2017, quien en ese año, tenía el puesto de Director de Edificación. Las firmas del actual director general de Obras Públicas, Francisco Javier Arroyos Salgado, como de Julio César Vargas Gándara en su carácter de contratista, aparecen en el acta de entrega-recepción de la obra. 
Fue el propio director general, quien reveló que Julio César Vargas Gándara mantenía una estrecha comunicación desde que este último se encontraba en la Dirección de Evaluación y Planeación, “yo he tenido mucha comunicación, él en Planeación y yo en Obras Públicas (…) yo no le veo ningún tipo de interés porque al final de cuentas se tiene que buscar la manera de subsistir”, afirmó Arroyos Salgado. 
Julio César Vargas Gándara regresó a la administración municipal, luego de haber celebrado los contratos con el Municipio; esta vez lo hizo por invitación directa de Francisco Javier Arroyos Salgado. 
“Fue por invitación mía, hubo cuestionamientos de que él ya había salido y regresaba, pero es gente de mi entera confianza, sabe del tema y fue aprobado para que él se incorporara al equipo”, informó el director general. 
Autoridades deben aprender de los errores para ya no cometerlos 
“Vean, ni siquiera hay pavimento, no han dado una declaración de qué es lo que va a pasar con ese espacio”, dijo Cynthia mientras observaba el tramo de la ciclovía destruido. 
Debido al abandono de este y otros proyectos ciclistas Cynthia comentó que han colaborado con las administraciones municipales y estatales para impulsar el correcto mantenimiento de las ciclorrutas. 
En estas acciones conjuntas entre sociedad civil organizada y gobierno también ha colaborado el Maestro en Planificación y Desarrollo Urbano, Gabriel García, quien además se transporta diariamente en bicicleta desde hace 11 años. 
El también docente de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) explicó que además de las problemáticas ya mencionadas existe otra que surge desde antes de la construcción de las obras: la falta de socialización de los proyectos. 
“Se han cometido errores de los que se debería aprender, el primero tiene que ver con la socialización de los proyectos que no ha sido buena”, dijo, pues con el proyecto de la empresa CPA Construcciones, planeado por Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), no se llevó a cabo un proceso de socialización.
Las vecinas y vecinos de la colonia Bellavista, por donde cruza la ciclovía, no fueron notificados previamente sobre el proyecto que planteaba convertir los carriles pegados a la banqueta -que eran usados como estacionamiento por habitantes y clientes de pequeños negocios de la zona- en un carril ciclista. 
Inmediatamente las quejas y el rechazo al proyecto se hizo presente, así lo demuestra una nota periodista del medio de comunicación YoCiudadano publicada en agosto de 2018 en la que el entonces director del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), Roberto Mora Palacios, reconoce que fallaron en dar a conocer el proyecto. 
“Yo sí acepto, reconozco cuando nos equivocamos, lo reconocemos, y yo no reconozco que estemos mal en lo que estamos haciendo; sigo convencido en lo que yo hago y en lo que hace la gente de nosotros. En lo que a lo mejor me equivoqué, nos equivocamos, fue en no socializar, en no consultar tan a detalle. Porque mucha gente participó en este proyecto, pero a lo mejor ya me di cuenta que no fue toda la que debió haber sido”, dijo Mora Palacios.
Al día siguiente, el ex director de Obras Públicas, Gerardo Silva Márquez, declaró para el mismo medio que: “Ha habido consultas con los ciudadanos; unos están de acuerdo, otros no están de acuerdo. Esta es una consulta que no se realizó en su momento y se está haciendo conforme se va avanzando, pero hay opiniones de todo tipo”. 
Desde la perspectiva de dos personas ciclistas este proyecto no fue ejecutado de la mejor manera pues en algunos tramos hay estructuras de cemento obstruyendo la ciclovía, que aunque tienen el propósito de prevenir que los automóviles pasen por encima de la misma, representa un obstáculo para quienes se trasladan en bicicleta. 
“En los nuevos modelos (de ciclorrutas) que se están implementado no están presentes esos elementos; son esfuerzos desafortunados, errores que no deberíamos cometer porque ya hay otras experiencias”, agregó García. 
Tanto López de la Fuente y García consideraron que le corresponde al Gobierno Municipal subsanar todas las fallas que presentaba desde un inicio el proyecto y las que tiene actualmente.
“La ciudad está en constante cambio, eso se tiene que corregir eventualmente porque nos vamos a dar cuenta que eso no sirve, debemos aprender de nuestros errores”, agregó García. 
“Le correspondería a la anterior administración reparar esto, que fue la que aprobó este proyecto porque ya tiene desde 2017 que quedó súper mal. La verdad es que no espero que vayan a hacer nada, pero vamos a seguir empujando como colectivo para que esta o la siguiente (administración) se comprometa a reparar estos espacios, inclusive a generar más espacios seguros para las personas que usan la bici como su medio de transporte”, puntualizó la ciclista. 
La importancia de la movilidad ciclista 
El docente de la UACJ recordó que en la Pirámide Invertida de Movilidad Urbana, los peatones tienen la preferencia en el espacio público, seguido de quienes se transportan en bicicleta, mientras que en el tercer lugar se encuentra el transporte público, en cuarto lugar el transporte de logística y de carga, finalmente se toma en cuenta a los vehículos privados. 
La prioridad a peatones y ciclistas se debe a una serie de consideraciones como la vulnerabilidad a la que se exponen al transitar por la vía pública, la contaminación ambiental que emiten, la ocupación del espacio público, entre otras, explicó el docente de la UACJ. 
“También está la cuestión de economía personal y es algo que preocupa también a partir de la pandemia, mucho de nuestros trabajos se han visto afectados y el costo que tiene una bicicleta, el mantenimiento, en comparación con el automóvil es inmenso. Hay muchos beneficios que habría que considerar y que son los motivos de que en otras ciudades de todo el mundo se están adaptando (a la movilidad ciclista)”, agregó. 
Actualmente la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue) de Gobierno del Estado se encuentra en proceso de implementar el Plan de Movilidad Ciclista que consiste en la construcción de más de 27 kilómetros de ciclorrutas segregadas —tipo de infraestructura que contempla un carril para que los vehículos se estacionen sobre la vialidad y así protejan al ciclista que va a un costado de la banqueta— a lo largo del primer cuadro de la ciudad y la principal zona universitaria. 
El Plan de Movilidad Ciclista también se conforma por un proyecto de bici estaciones con  bicicletas públicas para que las personas puedan rentarlas y circular por la misma zona de las ciclorrutas segregadas; estos estarán conectados con la nueva ruta troncal del BRT que también está en proceso de construcción para que las personas puedan hacer uso de las diferentes opciones de transporte público. 
La conectividad entre las ciclorrutas es de suma importancia para que estas sean funcionales, además deben estar ubicadas en lugares de interés, recalcó García. Debido a ello, el actual proyecto de la Sedue tiene conectividad con la ciclovía construida por Vargas Gándara hace tres años. 
Aunque los gobiernos están impulsando proyectos ciclistas, la coordinadora del colectivo Fixiebeat, opinó que a la par se tiene que trabajar con la ciudadanía para crear una cultura de respeto hacia las personas ciclistas, pues es común enterarse de hechos en los que automovilistas agreden a ciclistas. 
Finalmente, cuando le preguntamos a Cynthia por qué usa la bicicleta a pesar de todas las dificultades y riesgos que vive diariamente mientras usa su bici, provocados en su mayoría por la mala planeación y edificación de las pocas ciclorrutas que hay en la ciudad, contestó: 
“Puede sonar un poco loco pero es muy divertido andar en la calle en la bicicleta, te da una sensación de libertad, también no te atoras en el tráfico, experimentas la ciudad de una manera diferente, te fijas en cosas, vas despacio y puedes ver los cambios que hay… A parte vas haciendo ejercicio, es un medio de transporte sostenible, no contaminas, no ocupas espacio, puedes llegar a cualquier lugar sin batallar en estacionarte; es un estilo de vida de personas que buscamos no atraparnos con lo material, con un carro”. 
Actualmente no hay un seguimiento de las malas condiciones en las que se encuentra la ciclovía y no hay ninguna sanción por este motivo. La autoridad municipal tampoco tiene abierta alguna investigación abierta para conocer los alcances de los contratos millonarios que le fueron otorgados al director técnico de Obras Públicas.
Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists, en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.
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