Programas de reunificación familiar, el negocio de la nostalgia
Enrique atravesó el desierto de Arizona bajo un sol inclemente en 1996. Su único equipaje: los sueños de sus 21 años. Pasó sed, tuvo miedo y fue estafado por el pollero que le había ofrecido el sueño americano. Pero alcanzó su destino y echó raíces en Estados Unidos, país en donde nacieron sus cuatro hijos.