El panorama por la falta de lluvias luce complicado, sin embargo casi se logra sacar adelante el ciclo y con ello evitar afectaciones
La ola de calor que ha azotado a Sonora en los últimos días no ha representado pérdidas para los productores sonorenses, dado a que están por cerrar el ciclo otoño-invierno donde se ha cosechado casi la totalidad de lo sembrado.
Para el presidente del Distrito de Riego del Río Yaqui, Luis Antonio Cruz Carrillo, el panorama por la falta de lluvias luce complicado, sin embargo casi se logra sacar adelante el ciclo y con ello evitar afectaciones económicas para los productores del Valle del Yaqui y Mayo, en el sur de la entidad.
“Del ciclo otoño invierno se lleva el 90% cosechado; hay pocos tomates y chiles por sacar, gracias a que los productores se apresuraron, se adelantaron, porque había el riesgo de que pudieran haberse echado a perder, es lo mínimo porque no hay cultivos”, expresó.
Donde si pudiera haber problemas es las huertas de cítricos y de nogal, comentó, ya que los frutos tienen en estos momentos dimensiones muy pequeñas del tamaño de una canica y puede que se no se den los amarren y terminen por no consolidarse.
Al no tenerse el recurso hídrico suficiente el proceso de siembra y cosecha finalizó antes de tiempo, es decir, no se tuvieron condiciones para que se extendiera, tal y como sucedió en otros años, lamentó, sin embargo la disposición de agua de los pozos para el riego de las plantas y la precaución que tomaron los propietarios fue fundamental para sacar el actual ciclo adelante.
Lo que sí los tiene sumamente preocupados es que de no presentarse lluvias en las próximas semanas hay riesgo de que el siguiente ciclo no se concrete con base a lo esperado, puesto que depende de la disponibilidad del agua para agendar los planes de trabajo.
“Está en riesgo el ciclo otoño- invierno que comprende el 2024 y 2025 porque se pudieran dejar de sembrar alrededor de 320 mil hectáreas, productos tanto en el Yaqui y Mayo, como es el trigo, maíz, garbanzo, chiles, tomates, papas, calabazas”, externó.
Confío en que el programa de inducción de nubes dé resultados favorables para que haya precipitaciones y se tenga disponibilidad del líquido, porque de no ser así representará un duro golpe a la economía de los productores y de la región, tal y como sucedió en el 2033-2004, cuando se tuvo uno de los peores escenarios en la historia de la agricultura sonorense
“Vemos con buenos ojos el programa de estimulación de nubes; hemos platicado con el gobernador Alfonso Durazo, conocemos el programa. Estamos de acuerdo y en coordinación para estar en comunicación constante. Necesitamos buscarle a ese tipo de cosas que han dado resultados en otros años”, finalizó.
Tomado de El Sol de Hermosillo