El derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado que ocurrió en la mina Buenavista del Cobre, propiedad de Grupo México, en agosto de 2014, sigue cobrando vidas, debido a la persistencia de diversos materiales tóxicos, así como el mal uso del recurso acuoso que dificulta la recuperación total del agua río.
El alcalde de Aconchi, Rafael Tobillas Durón López, informó que una mujer de esa localidad falleció recientemente por complicaciones de salud derivadas de la contaminación del agua.
“La señora tenía problemas renales, y se cree que la muerte se debió a las secuelas del derrame”, dijo el edil.
Tobillas Durón señaló que el derrame también ha provocado el acaparamiento de agua por parte de la mina, lo que ha dejado a los pueblos ribereños sin acceso a este recurso vital.
“Grupo México ha descuidado a los municipios, en especial a Aconchi, que es el único que no tiene un pozo de agua de calidad”, lamentó el munícipe.
El alcalde adelantó que el próximo 25 de noviembre tendrá una reunión con autoridades de los distintos niveles para buscar soluciones a la problemática.
“Exigimos que se cumpla con las indemnizaciones prometidas, que se garantice el acceso a agua potable de calidad y que se implementen medidas para evitar que se repita una tragedia similar”, dijo Tobillas Durón.
El derrame de Río Sonora es considerado el desastre ambiental más grave en la historia de la minería en México. El incidente afectó a ocho municipios de Sonora y dejó a más de 22 mil personas con secuelas de salud.
A pesar de las denuncias y de las promesas de reparación del daño, el gobierno federal y Grupo México han sido incapaces de brindar una solución definitiva a las víctimas.
El derrame en el río Sonora ocurrió hace nueve años y fue uno de los mayores desastres ecológicos en la historia de México. Fue causado por la empresa minera Buenavista del Cobre, una subsidiaria de Grupo México.
El incidente ocurrió debido a una falla en una tubería en la represa Tinajas 2, que resultó en el derrame de más de 40,000 metros cúbicos de sulfato de cobre en el Arroyo Tinajas del municipio de Cananea, en el estado de Sonora. El derrame afectó a los ríos Bacanuchi y Sonora, que alimentan a la presa “El Molinito”, la cual distribuye agua a Hermosillo.
El derrame tóxico afectó a más de 22,000 personas en siete municipios colindantes del río Sonora: Arizpe, Banámichi, Huépac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures. Como resultado del derrame, se ordenó la clausura de la empresa minera y se creó un fideicomiso para reparar los daños causados por la contaminación del río Sonora.
Sin embargo, la Semarnat informó recientemente que aún persisten concentraciones de metales pesados en el agua del río por encima de los niveles recomendados, a pesar de los esfuerzos de remediación posteriores al derrame. Además, se ha informado que los daños económicos causados por el derrame ascienden a más de 20,000 millones de pesos.